Pico y Placa Medellín
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Sin ninguna duda, la herencia que recibió el alcalde Federico, de la administración anterior, es negativa, sólo deudas, despilfarro, favoritismos con parientes y amigos y descuido de la ciudad. Eso nos pasa por votar por encantadores de serpientes y no por quienes, de verdad, van a trabajar por Medellín.
Contratos adjudicados a dedo, como es el caso del software para la enseñanza del inglés, con el argumento de que era el único que podía prestar este servicio, a pesar de que se comprobó que existían muchos que podían hacerlo.
El local de una funeraria, situado en la avenida Juan del Corral, fue comprado por más de 5.000 millones de pesos para un Jardín infantil, pero resulta que ese predio no sirve para el fin que la administración anterior quiso darle. Este caso ya está en estudio de los organismos de control.
Un asunto ya denunciado y que está en manos de la Procuraduría, es el de los miles de vehículos que están en los patios del tránsito para la venta y chatarrización de estos. Se aprobó vender el kilo por 98 pesos cuando el precio real en el mercado era de 1.600 pesos. Favores para los amigos que, por fortuna, se lograron detener.
No entiendo como se hace, pero llegaron al punto de crear un código secreto para poder adjudicar contratos a dedo en el Presupuesto Participativo y así favorecer a parientes y amigos.
El Parque de las Aguas recibió, no se sabe para qué, $22.000 millones y tampoco se sabe en donde están. Recursos importantes que podrían servir para otras entidades de servicio social, en un distrito que tiene tantas necesidades. Eso se convierte en un despilfarro innecesario.
Los parques y las zonas verdes del Distrito se han descuidado por muchas administraciones, esperamos que los contratos que se han firmado con Metroparques sirvan para sacar a esta entidad de las dificultades económicas que padece y que las zonas verdes y los parques de la ciudad recuperen su belleza para que la gente disfrute de sus bondades.
Duele tener que tratar estos asuntos del distrito de Medellín, pero lo que ocurre, es que la anterior administración, que vino de la capital, cumplió con esa voluntad dañina, que se asesoró de funcionarios que ni conocían a Medellín, que no tenían ningún amor por ella, que muchos dieron la impresión de que vinieron para frenar su desarrollo y creo que lo lograron. Tenemos que apoyar a la administración actual para que recupere el tiempo perdido, y tenemos que aprender la lección: no podemos votar por desconocidos y desconocedores de Medellín y hacerlo por quienes sí sabemos que trabajarán con cariño y voluntad por el distrito.
Apoyemos a nuestros gobernantes, alcalde y gobernador, que han mostrado su voluntad de servicio por el distrito y el departamento y no volvamos a creer en promesas de desconocedores de nuestro territorio.
