“La cuestión que se plantea es la de determinar qué combinación equilibrada de meritocracia y democracia, de autoridad y libertad, de comunidad e individuo, es capaz de crear el cuerpo político más sano y la forma de gobernanza más inteligente para el siglo XXI”. Berggruen y Gardels
Hace dos años escribí una columna titulada “50 años de Singapur ¿Milagro trasplantable?” en la que reconocía la evolución de un país que a pesar de unas terribles condiciones iniciales y sin recursos naturales, pero gracias a una dirigencia fuerte, una tecnocracia de altísimo nivel y el fomento de la educación y la tecnología, logró en pocas décadas convertirse en uno de los países más desarrollados del mundo.
Dije que Singapur es un ejemplo de que la fórmula para...