En pocos días se reunirán Xi Jinping y Donald Trump en el Estado de Florida.
El ambiente será tenso por la sola razón de que de parte de los EE. UU. ha habido una amenaza inequívoca, de actuar unilateralmente en contra de Corea del Norte si China no detiene la carrera nuclear que protagoniza ese país. Fue de la boca del presidente Donald Trump de donde salió esta terminante posición.
No más comenzaba Trump a calentar la silla presidencial cuando ya había pedido al Consejo Nacional de Seguridad emprender un estudio sobre los programas misilísticos de Kim Jong-un, un tema sobre el que Barack Obama lo había seriamente alertado antes de la toma de poder. El estudio fue acelerado con vistas a la reunión cumbre de Xi y Trump, por lo que ya es claro...