Transcurridos más de tres meses desde la mal llamada “contingencia” de la Hidroeléctrica de Ituango, mediante la cual se evidenciaron hechos muy graves que ponen en tela de juicio no solo las actuaciones de quienes han liderado este proyecto desde los ámbitos político y administrativo sino las de los técnicos que han ingerido en el mismo, queda un muy mal sabor de boca para toda la colectividad.
En efecto, quienes dirigen el ente autónomo, el alcalde de Medellín, el Concejo Municipal, los organismos de control (la Fiscalía, no obstante, ha recabado evidencias), los políticos, los medios de comunicación, etc., guardan un preocupante mutismo mediante el cual se evita que el asunto se debata en forma pública ante el colectivo social; hasta ahora,...