Si algo saben los mexicanos es que Andrés Manuel López Obrador es una persona que no se deja. Persistente, le llaman sus amigos. Terco, sus enemigos.
Durante doce años intentó ser presidente hasta que lo logró. Venció persecuciones políticas, al menos dos fraudes y a todo un sistema que desde 1929 se había resistido a un cambio verdadero.
Su victoria fue impresionante. López Obrador fue el candidato puntero meses antes de las elecciones del 1 de julio, aun así muchas encuestas subestimaron su popularidad: ganó con más del 53 por ciento del voto. Sus críticos acusaban a AMLO, como muchos lo conocen, de ser populista, comunista e, incluso, de tener un plan maquiavélico para atornillarse en el poder y convertirse en un nuevo dictador. Pero sus detractores...