Por Lina María Múnera G.
muneralina66@gmail.com
“No hubo gritos de apoyo alrededor. En su lugar, sólo calma y serenidad. Podíamos escuchar la respiración del otro. Y fuimos capaces de admirarnos mutuamente”. Así describió el judoca Nahoisa Takato el momento casi reverencial en el que obtuvo la primera medalla de oro para Japón en estos singulares Juegos Olímpicos. Una competencia en la que deportistas de todo el mundo han descubierto los sonidos del silencio durante sus actuaciones debido a la ausencia de público y a las estrictas medidas de bioseguridad impuestas por los organizadores.
Sin embargo, otros miles de deportistas han conocido desde hace muchos años esta forma callada de competir a nivel olímpico. En 1924, en París, se crearon las...