Síguenos en:
Ernesto Ochoa Moreno
Columnista

Ernesto Ochoa Moreno

Publicado

Los olvidados de junio: Francisco Jaramillo Medina

Por Ernesto Ochoa Moreno

ochoaernesto18@gmail.com

Para olvidados de la historia, los poetas. Y más en Antioquia, quizás la región de Colombia con más poetas por kilómetro cuadrado. A mucho honor, por supuesto, porque la poesía (escrita, leída, recitada, musitada y hasta denostada, pretermitida y olvidada) nos salva del naufragio. La poesía de los poetas vivos y también, por supuesto, la de los poetas muertos, como éste de quien quiero hacer memoria en esta columna.

El 4 de junio de 1884 nació, en Angostura, Francisco Jaramillo Medina. Me temo que con excepción de los conocedores de la literatura antioqueña, muy pocos hayan oído mencionar su nombre. Hijo de Cipriano y Dolores y hermano de Teresita, nadie menos que la primera y única novia de Porfirio Barba Jacob, a la que el bardo andariego quiso hasta el final de su desastrada vida. Y fue Jaramillo Molina, por supuesto, gran amigo de nuestro querido poeta maldito, que en esa época de mocedad todavía se llamaba Miguel Ángel Osorio.

Francisco Jaramillo había visto la luz en el pueblo donde unos 40 años atrás, en 1845, nació el beato padre Marianito, lo que no deja de añadirle cierto encanto a esta reminiscencia del escritor antioqueño. Cuando el poeta Jaramillo Medina nació, en 1884, el padre Marianito llevaba ya dos años como párroco de Angostura y tal vez él lo bautizó. Y al morir el beatificado sacerdote, en 1926, el poeta ya había fallecido siete años an tes, el 15 de febrero de 1919 en Yarumal.

Nuestro olvidado poeta, que había dejado su tierra natal para irse a Bogotá a buscar futuro, en 1909 fue director del periódico Águila Negra, colaborando además en varias revistas como Alpha, Arte, Progreso, La Semana y el Espectador. En 1912, en Medellín, tomó parte en los Juegos Florales de Poesía, en los que obtuvo el primer premio con el poema “Progreso”, que lo dio a conocer en el mundo literario del país. En Yarumal, siete años después, a los 35, el 15 de febrero de 1919 murió en plena juventud este meritorio poeta antiqueño que ya casi nadie lee y que me da la impresión de que lo hemos depositado, con sus versos y todo, en la fosa común del olvido.

Como homenaje a su poesía, permítaseme transcribir algunos versos de “Progreso” su largo poema ya mencionado.

“La civilización es luz terrible,/ Pecho sin corazón, potencia llena/ De una severidad que nada abate;/ La civilización es la serena/ Máquina que fusila en el combate./ Progresar es violar. El indio, el monte,/ La cascada ululante, el bosque puro,/ La azul diafanidad del horizonte,/ La Fauna, el océano...todo eso/ En pro del vellocino del futuro,/ Sufre las violaciones del Progreso

Porque entre varios ojos vemos más, queremos construir una mejor web para ustedes. Los invitamos a reportar errores de contenido, ortografía, puntuación y otras que consideren pertinentes. (*)

 
Título del artículo
 
¿CUÁL ES EL ERROR?*
 
¿CÓMO LO ESCRIBIRÍA USTED?
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO

Datos extra, información confidencial y pistas para avanzar en nuestras investigaciones. Usted puede hacer parte de la construcción de nuestro contenido. Los invitamos a ampliar la información de este tema.

 
Título del artículo
 
RESERVAMOS LA IDENTIDAD DE NUESTRAS FUENTES *
 
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Teléfono
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO
LOS CAMPOS MARCADOS CON * SON OBLIGATORIOS
Otros Columnistas