Por RAÚL E. TAMAYO GAVIRIA
En la gobernación del doctor Diego Calle Restrepo, nombrado por el presidente Misael Pastrana Borrero, podríamos decir que fue una administración transparente, si no fuera porque a los conservadores amigos de Jota Emilio Valderrama y a los liberales amigos de William Jaramillo, nos fue muy mal.
Calle Restrepo nombró a Luis Guillermo Gómez secretario de Obras Públicas (hoy Infraestructura) por referencias profesionales y “porque usted es más cari serio que yo”. A Jenaro Pérez lo nombró Secretario de Agricultura, porque acababa de llegar de Universidades Europeas, con varios títulos en vacas y leche.
En un seminario internacional de MBA organizado por la administración departamental, los asistentes al Magister fueron invitados a una conferencia que dictaba un ministro del Presidente Pastrana en el Directorio Conservador. Se pusieron de acuerdo, los ingenieros conservadores Gómez Atehortúa y Pérez Gutiérrez, para asistir a la conferencia presidencial, pero a la hora de informarle al chofer la dirección de Casa Conservadora, ninguno sabía la dirección. Así eran de sectarios los secretarios de despacho.
Ahora tampoco se necesita ser muy político para ser secretario de despacho, basta con ser amigo de Aníbal Gaviria o de Juan Esteban Álvarez.
Me parece muy bien que la revista Semana estrene su nueva época anunciando independencia política, en su primer editorial bajo la dirección de Vicky Dávila. Le deseamos muchos éxitos, para bien de todos los colombianos que estábamos ansiosos de objetividad periodística, pues con Alejandro Santos y Ricardo Calderón, no tuvimos la objetividad que quiso para la revista Semana el Presidente Alberto Lleras Camargo cuando la fundó. Ni la vamos a buscar en los artículos de Armando Benedetti Villanueva, ni en los de Gustavo Bolívar. Unos leeremos a Salud Hernández y a Paloma Valencia y a los columnistas que escriban en Semana, según sean del gusto de cada uno.
Ya la dirección de Semana, tendrá su inteligencia en informar con objetividad sin politizar su contenido.
Por ahí derecho, a los amigos que me siguen leyendo, pero me critican por no estar de acuerdo con mi opinión, les advierto que estoy haciendo un listado de sus críticas, para reforzar mis argumentos, pues me orientan para saber cuándo estoy acertando en los temas escogidos. Por eso les agradezco que entiendan que una cosa es la objetividad periodística y otra la subjetividad de opinión.
El Colombiano con sus ciento ocho años de existencia, ha ganado muchos premios de periodismo en información, opinión, fotografía, edición y otros temas, que comparte con los autores que en este medio escriben y publican sus trabajos.
ÑAPA: Felicitaciones a mis amigos periodistas, Javier Alexander Macías y Ricardo Monsalve, que ganaron el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, por un trabajo publicado en El Colombiano, a quien también felicitamos. Si la publicación no favoreció al gobierno del Presidente Duque, es una prueba de que el periodista debe ser objetivo, pero también demuestra que los mandatarios deben tener asesores de prensa profesionales que los asesoren en sus informes.