PorCatalina Tamayo PosadaUniversidad EafitEconomía, octavo semestrectamayo8@eafit.edu.co
Se acerca la época de elecciones y con ella la incertidumbre y los comentarios de todos los “indignados”. Impresiona escuchar a la gente hablar (o más bien quejarse) de la política y, sobre todo, ser testigo de la creciente apatía, que no es otra cosa que el resultado de la corrupción.
Preocupa sentarse a hablar con el ciudadano común y que este llegue a la conclusión de que es preferible que el político robe y haga, a que robe y no haga. ¡Pues no! Ni lo uno ni lo otro. Que no robe y que haga, así parezca utópico.
Salen a la luz, entonces, aquellos que no paran de quejarse y de expresar su inconformidad ante las acciones de los políticos de siempre. Ahí es...