El 12 de julio se cumplieron doscientos años del nacimiento del escritor estadounidense Henri David Thoreau, (1817-1862), a quien muchos consideramos el patrono de los rebeldes, de la desobediencia civil, de la resistencia pacífica. Con este motivo me he dedicado a releerlo y a revisar lo que sobre él se ha escrito en estos días.
En este recuerdo he sentido con deliciosa persistencia la presencia del ya desaparecido amigo Fernando González Restrepo, hijo del filósofo envigadeño Fernando González Ochoa. Fernandito, como lo llamaban, fue admirador y gran conocedor del filósofo norteamericano, y cultivó a su amparo la dulce y al mismo tiempo fogosa rebeldía que heredó de su padre. Hasta un viaje hizo, peregrino de sus enseñanzas, de su concepción...