Dos asuntos estratégicos siempre preocupan del nivel de delincuencia y corrupción alcanzado en nuestro país: el conocimiento desarrollado por las actividades delictivas y la alta penetración a la institucionalidad. Los ciudadanos de a pie no alcanzamos a dimensionar el alcance de esto a pesar de las noticias constantes y la información generada. No nos imaginamos las redes y las estructuras de todo ese andamiaje criminal. Tal vez lecturas como el libro Gomorra, de Roberto Saviano, nos dé un atisbo sobre ese abismo.
Mirado ese proceder como una actividad económica, pues el fin último sigue siendo la generación de ingresos (y poder), se torna indispensable acabar con todo ese conocimiento que se ha ido perfeccionando con el pasar de los años y...