En los últimos seis meses he escrito cuatro columnas sobre la reforma tributaria. Como era previsible, se vino el Gobierno con una propuesta, la más agresiva que se haya hecho en el país, que ha levantado ampollas en los más diversos sectores nacionales. Creo necesario volver a insistir en las razones que me han hecho sostener que es inoportuna e inconveniente, con la esperanza de que alimenten el debate y ayuden a la discusión pública y a la bancada del Centro Democrático para que tome las mejores decisiones.
Hay que reconocer que los confinamientos ordenados para tratar de contener la propagación del covid-19 nos han dejado la peor crisis económica de nuestra historia, que perdimos el 6,8 % de nuestro PIB en apenas 9 meses, que el desempleo...