Esto empezó con una asociación de medios de información colombianos que entendieron la necesidad de revisitar su razón de ser. Pensaron que el esfuerzo y la oportunidad colectiva de aunar esfuerzos y objetivos, debería priorizar la representación de los valores de su actividad por encima de los intereses de sus dueños, y que las múltiples realidades culturales, sociales, económicas y tecnológicas del siglo XXI, exigían una constante revisión de modelos, actividades, prioridades y propósitos.
Entendieron que el principal compromiso del periodismo está con la gente, para informarla y orientarla con la verdad, y que los mayores retos para la libertad de prensa, el derecho a la información y la libertad de expresión en el mundo de hoy, son su supervivencia económica, los radicalismos ideológicos y la desinformación masiva proveniente de fuentes anónimas.
Evolucionar en esta dirección, con estos desafíos, respaldar esta narrativa con hechos, -y en esta industria-, no ha sido tarea fácil pero tampoco imposible.
Y no se diga en épocas de pandemia, donde las actividades, prioridades y propósitos de estos medios de información han sido evidentes, y han honrado esa necesaria renovación con los valores y la misión del periodismo. Se ha patentado la necesidad de información creíble y equilibrada proveniente de fuentes confiables para afrontar una crisis y organizar mejor la vida en sociedad; se ha demostrado que los protagonistas de la información y las noticias deben ser los hechos, no los medios ni los periodistas; y que las audiencias la valoran cuando es cierta, transparente y agrega valor.
Durante la cuarentena, estos medios también han buscado que la realidad, dura y agobiante se acompase con notas alentadoras, y en la medida que el país avanza en la reanudación paulatina de las actividades económicas, -conscientes de la necesidad de contribuir a la salud mental y emocional colectiva que propicie un entusiasta regreso al trabajo, la producción y el consumo-, lideraron un acto simbólico sin precedentes en el que lectores, audiencias, marcas y medios, todos unidos, fueron por un día solo Colombia, rindiendo un homenaje colectivo al optimismo y al porvenir.
El 31 de mayo la campaña Colombia se presentó diciendo, “en momentos tan difíciles necesitamos alimentar nuestras almas y espíritus para habilitarnos hacia el porvenir que nos merecemos. En circunstancias adversas son también muchas las buenas noticias, los testimonios e historias que nos conducen por el camino del optimismo para la construcción de un futuro que solo depende de nosotros”.
Cuarenta y tres medios de información colombianos y once importantes y reconocidas marcas cambiaron sus nombres ese día, se llamaron todos Colombia, y se unieron para llevar mensajes positivos en sus contenidos y en su comunicación comercial con un alcance del 63 % de la población, llegando a 30,3 millones de personas a quienes acompañaron el último domingo del mes, inspirándolas y motivándolas para trabajar juntos por el país, y miles de esas personas se vincularon a la dinámica a través del #Colombia compartiendo sus propios mensajes. Gracias a todos, audiencias, marcas y medios afiliados a Ami por su entusiasmo y participación.
(*) Director Ejecutivo de la Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI).