Vamos pa’trás, hacia un desgobierno casi total, una mexicanización, en materia de seguridad y narcotráfico. Y no es por ofender a México, país que amo. Pero la realidad es que en Colombia, como en México, se está perdiendo la batalla contra los carteles de la droga, las bandas criminales y la corrupción. La población civil se siente abandonada por el Estado y su miedo es absoluto.
En Colombia, los carteles de la droga, ahora llamados bacrim, son más fuertes, organizados y experimentados que los de los años ochenta y noventa, y crecen como la espuma de la cerveza.
Hoy tenemos el doble de hectáreas sembradas en coca a las de hace seis años, al finalizar el gobierno de Álvaro Uribe. Los sembrados van en aumento desde que el gobierno de Juan Manuel...