Viajar en avión es una de las experiencias más extrañas que nos hemos procurado los seres humanos. Es mágica, aterradora, relajante, antinatural. A la misma vez, el viaje aéreo se ha vuelto tan cotidiano que es imposible estar en una ciudad y no escuchar el rumor de un avión pasando. Los aviones son parte de nuestra vida, desde nuestra propia conducta hasta muchos de los bienes que consumimos, todo se ha servido en algún momento de la aeronáutica y esa misma tecnología conectó a millones de personas, nos abrió el mundo y le ha permitido a varias generaciones llegar a lugares que anteriormente le eran tan lejanos como otros planetas del sistema solar.
Pero la experiencia de volar es más que conexión, emoción, aventura. Para quien tiene años haciéndolo...