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“Después de dos años de la administración Duque y de sesiones del Congreso de la República, el pobre balance en materia económica deja mucho qué desear. Colombia sigue siendo un país de bajo crecimiento e ingresos medios, que aspira a estar entre los países de ingresos altos con movilidad social, como se lo augura el BID, pero el ritmo de crecimiento del PIB nos aleja en lugar de acercarnos a dicho objetivo. Y ello no es atribuible a la pandemia del covid-19. Las preexistencias a esta son muy notorias. Veamos.
El balance oficial da cuenta de un repunte del crecimiento de la economía desde el 1.4 % de 2017 al 3.3 % de 2019, saltándose deliberadamente la cifra reportada por el Dane para el 2018, de un crecimiento del 2.5 %, repunte este cuyo mérito es compartido entre esta y la anterior administración. Y es bien sabido que, como lo sostienen los expertos, mientras la economía siga creciendo por debajo del 3.5 % en lugar de generar empleo lo va a seguir destruyendo. Ello explica que después de 6 años con tasa de desempleo de un solo dígito en el 2019 registró el 10.5%.
Con el crecimiento de la tasa de desempleo y la informalidad, que se elevó hasta el 47 %, concomitantemente con el deterioro del ingreso, ello se tradujo en un aumento del índice de pobreza monetaria..”.
