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Antioquia es una víctima institucional de la obra. Muchos de los proyectos del Plan de Desarrollo, sobre todo el Ferrocarril de Antioquia, se encuentran atrasados porque no hemos recibido los ingresos que esperábamos de noviembre de 2018 en adelante. Y son ingresos inciertos, porque no tenemos notificación de EPM de un cronograma con fecha determinada.
Hidroituango tiene un contrato BOOMT con EPM, donde se le entregan todas las obligaciones. La junta de Hidroituango, que presido, no ejerce control previo, podemos hacer comentarios y sugerencias pero no tenemos mando sobre EPM como constructor. La junta no puede coadministrar, solo verificar la ejecución del proyecto.
El túnel 23 (Galería Auxiliar de Desviación, GAD) es la semilla del descalabro del proyecto. Se construyó contra todas las advertencias. La junta de asesores internacionales de EPM, en acta N° 2 de agosto de 2013, dice que no comparte la propuesta de hacer un túnel adicional para desviar el proyecto. La junta advierte también que fue avisada una vez ya había iniciado el proyecto. Además se construyó sin licencia ambiental, y se hizo sin diseño técnico.
* Apartes de su intervención en la audiencia pública del 27/02/2019 citada por la Procuraduría General.
