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Juan David Villa
Editor y periodista
preguntasortografia@gmail.com
Lo pillé en la prensa
“La industria local del reguetón, también puede ser filantrópica”. Les decía la semana pasada que los periodistas no recibimos mayor formación sobre gramática y ortografía. Mejor dicho, salimos de la facultad sin conocer la herramienta: el idioma. Somos un chofer que no sabe enclochar, un abogado penalista que no conoce el Código Penal. Y les decía que para escribir correctamente tenemos que entender dos elementos: la norma ortográfica y la sintaxis.
Aquí vemos una coma equivocada porque viola nuestra sintaxis. “La industria local del reguetón” es un sujeto y “(también) puede ser filantrópica” es su predicado. Entre esos dos elementos (cuando están solos, sin aclaraciones) no puede haber coma. La coma no marca pausas, no marca pausas. A veces, tal vez muchas veces, la coma y la pausa coinciden, pero es mera coincidencia.
“Juan, el hijo de Marta, se fue de la casa”. Esas dos comas son correctas porque “el hijo de Marta” es una estructura que se llama inciso (explica que Juan es hijo de Marta) y está metida dentro de la estructura principal “Juan se fue de la casa”. Esto es sintaxis, ordenamiento del discurso.
Ahora, es cierto que cuando acabamos de pronunciar “Juan”, hacemos una breve pausa; es cierto también que decimos “el hijo de Marta” en un tono diferente, descendente, más bajito (la gama tonal: tono más bajo, tono más alto); es cierto que al final de “Marta” hacemos otra pausita y, de una, subimos el tono nuevamente. Pero una cosa es articulación (lo que sale por la boca) y otra es la escritura. Cada letra que sale por nuestra boca en forma de fonema la escribimos. Listo. Sin embargo, las normas ortográficas no tienen mucho que ver con el registro oral. Y me perdonan tanta carreta, pero me encuentro tanto este error, todos los días de mi vida. De hecho, mientras escribo estas líneas, acabo de abrir Facebook, y lleva lo tuyo: “Gustavo Petro, se mostró conciliador este miércoles”. No voy a echar más cantaleta por hoy.
Lo pillé en Facebook
“¡Qué belleza! Lucio Chiquito Caicedo, uno de los fundadores de EPM, cumplió 106 años y sigue contando”. “De no creer: exfundador de EPM cumplió...”.
Después de tanta cantaleta, un caso hermoso, correcto. Varios aciertos aquí. Como “uno de los fundadores de EPM” es una estructura diferente (inciso, aclaración) metida dentro de la estructura principal “Lucio Chiquito Caicedo cumplió 106 años y sigue contando”, queda entre comas. Perfectas. En “¡Qué belleza!...”, en efecto que lleva tilde. Y después del signo de exclamación de cierre, no va otro punto (la secuencia !. no es correcta, pilas).
Después de los dos puntos, en este caso, efectivamente va minúscula (digo que en este caso porque en otros va mayúscula). Y exfundador se escribe en una sola palabra. No es ex fundador ni ex-fundador. Nada de eso, señores y señoras.
Pero hay un error de sentido aquí. Don Lucio no puede ser exfundador: es fundador, siempre lo será. Es decir, él fundó hace tantos años, y punto: ese acto no se borra, no puede renunciar a ser fundador, como sí puede renunciar a ser empleado. Uno puede ser exnovio, extrabajador, pero no expapá, por poner un ejemplo exagerado.