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En Medellín se instala hoy el IV Foro Mundial de la Bicicleta, que reúne a 150 invitados especiales nacionales e internacionales, y que refleja un gran esfuerzo de mentalidad, organización y movilización ciudadana en torno al transporte urbano limpio y saludable, fundamental para las ciudades que en el futuro quieren ser sostenibles y amigables con el medio ambiente.
De aquella visión estrictamente deportiva del ciclismo, en ruta, pista, cros y montaña, ahora la bicicleta pasó a ser una opción polifacética de movilidad urbana, con numerosos beneficios: menos contaminación, menos congestión y espacio público ocupado, menos ruido, menos gasto de carpeta asfáltica, menos siniestralidad crítica, menos uso del vehículo privado... Más salud humana, más sensibilidad y cuidado del medio ambiente, más amabilidad e integración ciudadana...
Son cuantiosos los atributos de este vehículo que hoy concentra a expositores nacionales e internacionales, para reflexionar sobre la inserción creciente de la bicicleta en la rutina y la cultura urbanas.
Lo primero es decirles ¡HOLA!, así con mayúsculas y admiración, a los realizadores y visitantes de unas jornadas que prometen batir marcas de asistencia y acaparar gran atención internacional, a través de medios masivos y redes digitales de comunicación. Lo celebramos porque Medellín sigue así en la ruta de la innovación, de ser pionera en temas de interés de la comunidad local y global.
Montados en bicicleta, en este IV Foro Mundial, seguimos transitando el camino de nuestra “reinvención ciudadana”: en convivencia y apertura al mundo, en la creación de escenarios y modelos refrescantes de vivir y desarrollar la cultura urbana. Qué apreciables y creativos procesos, de la mano de gente de todo el planeta.
Hay que enfocarse, precisamente, en los retos que tienen Medellín y el Valle de Aburrá para lograr que la bicicleta se gane un lugar de privilegio en el imaginario de la vida pública, del transporte urbano y de una movilidad más humana.
Si somos capaces de una autocrítica sana y constructiva, sabemos que la ciudad requiere un mayor esfuerzo presupuestal y administrativo, público y privado, para que la bicicleta se convierta en herramienta clave del ecosistema de movilidad urbano: integrada a las estaciones del metro, protegida por rutas seguras, respetada por los demás actores viales y promovida como opción saludable y de bajo costo de transporte.
En esa misma dirección cruza la imperiosa tarea de la formación de ciclistas responsables: conscientes de sus derechos, pero también de sus obligaciones frente a las normas de tránsito y de seguridad vehicular. Una pedagogía que debe estimularse con mensajes desde el conjunto de la institucionalidad.
Medellín pretende trazar 400 kilómetros de vías exclusivas para “bicis” en los próximos 12 años y pasar de 600 a 1.500 bicicletas públicas al terminar 2015. Eso significará realzar el uso y la circulación de ellas por las calles. Una labor apasionante, sumada al crecimiento de las bicicletas particulares de trabajo, recreación y deporte.
Que sea este Foro la oportunidad para ponerles ruedas a tantos sueños. Para que desde Medellín el planeta reciba valiosas reflexiones en torno a un vehículo histórico e imbatible. Para que nuestra ciudad empiece la carrera por estar a la vanguardia en la protección del medio ambiente que se gana pedaleando. Otra vez, amantes de la cicla, bienvenidos. Que su imaginación pasee en “bici” por estas calles.