Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
Llegó finalmente al país la iniciativa que prosperó en Chile y Perú, a pesar de ser una pésima idea. En Colombia se radicó hace unos días un proyecto de ley para retirar de los fondos de pensiones (AFP) hasta el 10 % de los ahorros pensionales. Según la motivación del proyecto, se permitiría un retiro parcial en dinero a trabajadores independientes, familias de clase media y desempleados afiliados a fondos de pensiones privados que cumplan ciertas condiciones.
Hay que advertir los riesgos que conlleva una idea como esta, que puede parecer atractiva y de ahí que haya traspasado fronteras, pero que trae malas consecuencias para los ahorradores de hoy y del futuro que quieran constituir una pensión para su vejez. Meterse con el ahorro pensional no trae nada bueno. Ni colectiva ni individualmente.
Lo más grave es que se quiera desmontar el sistema de incentivos que hace que la gente ahorre para el largo plazo. Este fue un logro que significó un avance importante para el sistema financiero colombiano. Le ha dado al sistema mayor profundidad y capacidad de financiar proyectos de largo plazo.
Para las AFP, el retiro masivo de los ahorros significaría vender activos en pesos y en dólares para responder. Unas inversiones que se han hecho para garantizar la rentabilidad de los ahorros pensionales, y cuya venta tendrá consecuencias que dependerán del volumen del dinero requerido, con efectos incluso sobre la tasa de cambio. Además, una medida como esta creará una incertidumbre sobre la estabilidad del sistema pensional, con unos ahorros depositados en él que estarían en grave riesgo, si se abre esa puerta de verlos como una fuente inmediata de recursos.
Para el ahorrador individual el efecto sería la reducción del dinero para la vejez de mañana. Se afecta con el retiro la valorización de la pensión futura. Pero incluso los ahorradores que no retiren se van a ver afectados por los efectos financieros sobre los fondos de pensiones. Hay que tener en cuenta también que un retiro en este momento, después del colapso de las bolsas que se dio en febrero de este año y que afectó a los ahorros pensionales en todo el mundo, es realizar pérdidas. Si bien desde entonces ha habido recuperación, falta todavía, y un retiro sería, también por esta razón, una muy mala elección.
En medio de la crisis hay que evitar apresurarse y tomar malas decisiones. Afectar el ahorro pensional es la peor de todas. En Colombia se pensionan hoy muy pocos trabajadores. Se estima que uno de cada tres trabajadores colombianos logra pensionarse y, con una medida como la que se propone, esa situación puede empeorar. Un país que está viendo cómo su población envejece tendría que enfrentarse en el futuro a la realidad de unos viejos empobrecidos sin pensión.
La Corte Constitucional ya se pronunció sobre la defensa del ahorro pensional frente a una iniciativa que lo quería afectar. Sería de esperar que el Legislativo entienda bien ese mensaje y no se deje llevar por las supuestas ventajas del proyecto y permita que siga adelante. Existen otras posibilidades para apoyar a quienes están sufriendo por la pandemia como facilitar los retiros de las cesantías y la ayuda estatal, que ya está fluyendo y se puede mejorar. Otra posibilidad, por supuesto, es generar empleo formal que amplíe la base de los cotizantes y fortalezca el ahorro pensional.