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Nos rajamos en los juegos, ¿qué hacer?

No hay que olvidar que el manejo del deporte de alto rendimiento en el departamento, estuvo marcado por denuncias de corrupción durante la gobernación de Luis Pérez, en temas tan sensibles como la contratación de entrenadores

28 de noviembre de 2023
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  • Nos rajamos en los juegos, ¿qué hacer?

Uno de los tesoros más preciados de Antioquia ha sido a lo largo de su historia el gran desempeño de sus deportistas de alto rendimiento: ver la bandera verde y blanca ondear en lo alto y escuchar las notas del “oh libertad que perfumas” nos produce, sin duda, una profunda emoción y nos llena de orgullo.

Por eso, lo que acaba de ocurrir en los Juegos Nacionales, en donde perdimos por segunda vez consecutiva frente al Valle del Cauca, es un golpe que bien vale la pena encajar y revisar para intentar aplicar soluciones inmediatas.

Es importante subrayar dos datos. Hasta este año íbamos empatados los dos departamentos con nueve campeonatos ganados cada uno en los 95 años de historia de los Juegos Nacionales. Y ahora Valle, con el reciente triunfo, nos supera con 10 coronas. Los únicos otros que han ganado son Cundinamarca en 1936 y Bogotá en 2004.

Pero eso, digamos, no es lo más preocupante, al fin y al cabo en el deporte a veces se gana y a veces se pierde. Lo que realmente debe alarmar es que Valle le sacó esta vez una ventaja de 67 medallas de oro a Antioquia (obtuvo 209 frente a 142 nuestras). ¡67! En el total de medallas la diferencia fue de 489 versus 408.

En los juegos de hace cuatro años la diferencia fue de 17 medallas de oro entre los dos departamentos. Es decir, no fue una derrota cualquiera, este año, en los números globales, nos dieron una verdadera paliza.

Por supuesto no les cabe ninguna culpa a los deportistas. Por el contrario, antes de seguir, es justo y necesario darles un aplauso de pie por su gran desempeño. Y decirles que nos sentimos profundamente orgullosos por todo su trabajo y dedicación para representar a Antioquia.

¿Cómo no aplaudir a la nadadora paisa Karen Durango que se convirtió en la reina de los juegos con sus 6 medallas de oro, 1 de plata y 3 de bronce? ¿Cómo no rendirnos a los pies de la medallista olímpica Mariana Pajón, que corrió lesionada y, sin embargo, le dio un oro a Antioquia? O cómo no mencionar a Lina Marcela Hernández (ciclismo), Ana María Rendón (arco recurvo), Tiffany Murillo (natación), Ginna Escobar (gimnasia), Tatiana Muñoz (canotaje) y Martha Bayona (ciclismo en pista), que entre otros más, se convirtieron en figuras de la delegación paisa.

Nuestros deportistas, que siempre dejan el alma en los escenarios, ganaron 17 torneos de los 61 que estaban en juego (arquería, bádminton, ciclismo de ruta, ciclismo de pista, clavados, gimnasia artística, squash, skate, voleiplaya masculino y balonmano femenino, entre otros), frente a 23 del Valle y 9 de Bogotá.

¿Por qué perdió Antioquia, en los números globales, el rumbo que traía? Recordemos que durante 12 años (2008, 2012 y 2015) Antioquia había mantenido la hegemonía en los Juegos Nacionales.

No hay que olvidar que el manejo del deporte de alto rendimiento en el departamento estuvo marcado por denuncias de corrupción durante la gobernación de Luis Pérez (2016-2019), en temas tan sensibles como la contratación de entrenadores: la plata no llegó a su destino porque muchos de los entrenadores resultaron ser “fantasmas”.

Por no hablar de lo ocurrido en la alcaldía de Medellín, con el alcalde Daniel Quintero, durante la cual los escándalos de corrupción del Inder y el acelerado deterioro de los escenarios fueron la nota que marcó la pauta en los últimos cuatro años.

La corrupción que todo lo destruye seguramente tuvo algo de culpa. Pero también debe haber otros componentes para la debacle.

En la preparación de los Juegos de 2023 quedaron en evidencia muchos errores que, se espera, se empiecen a corregir en la nueva administración departamental que ya anunció como nuevo gerente a Luis Fernando Begué Trujillo, exvoleibolista y hombre conocedor del tema. Uno de ellos, trabajar en procesos reales de formación de talentos en las disciplinas en las que el Valle superó a Antioquia y en las que poco se hizo por mejorar. Por ejemplo, solo en actividades subacuáticas, hapkido, lucha y boxeo, los rojiblancos les sacaron una ventaja de 50 medallas de oro a los paisas.

Pero también será necesario un compromiso real de la clase política para que destine recursos económicos y así podamos ofrecer una buena preparación a los entrenadores y deportistas, así como incentivos y fogueos en el exterior, para que mantengan la motivación.

La muestra más clara del camino a seguir la dieron las gobernadoras del Valle, Dilian Francisca Toro y Clara Luz Roldán, que le apostaron con todo a la actividad deportiva en su región y ahora recogen los frutos.

De hecho tenemos una gran oportunidad a partir del 2024 y es que habrá una buena relación entre la Alcaldía y la Gobernación. El divorcio, que lleva varios años, ha impedido que se hagan eventos internacionales en la ciudad y se mejoren los escenarios (hoy en día descuidados) donde se forjan y preparan los deportistas.

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