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El desespero del Gobierno por conseguir plata es tal que ha cogido a Ecopetrol como si fuera una suerte de banco para sacarle todo el billete que por ahí aparezca.
El desespero del Gobierno por conseguir plata es tal que ha cogido a Ecopetrol como si fuera una suerte de banco para sacarle todo el billete que por ahí aparezca.
El nuevo golpe vino de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) que en un controvertido concepto interno dice que Ecopetrol le debe 9,4 billones de pesos por concepto del impuesto de IVA del 19% sobre la gasolina que importó la petrolera entre los años 2022 al 2024 y 2025 en adelante, para abastecer el mercado nacional.
El problema es que no es la primera exprimida que Petro le pega a la iguana. Como advirtió el exministro Juan Camilo Restrepo también le sacaron el jugo a Ecopetrol, con la decisión del Gobierno de pagar 7,7 billones de pesos a través de Títulos de Tesorería (TES) para abonar a la deuda del gobierno con el Fondo de Estabilización de Precios del Combustibles (Fepc). Es decir, el Gobierno le pagó con títulos de deuda pública, en lugar de pagarle con recursos en efectivo, restándole liquidez a la petrolera.
Ahí mal contados van $17 billones de pesos que, de manera extraordinaria, el gobierno Petro le saca a Ecopetrol.
Cómo será de grave el cobro de impuestos por parte de la Dian, que hasta la Unión Sindical Obrera (USO), que respaldó la candidatura de Petro, lanzó la que podría considerarse hasta ahora su mayor alarma. Entre otras cosas, la USO alertó que las pretensiones de la Dian podrían ser no solo $9,4 billones sino hasta $21 billones de pesos (más de lo que recaudó la reforma tributaria del 2022), si el cobro del IVA se extiende a las importaciones del diésel o ACPM.
El sindicato aseguró que estos cobros “ponen en riesgo de quiebra la empresa más importante de los colombianos” porque la dejaría sin recursos para financiar su plan de inversiones, para pagar empleados y contratistas y hacer las transferencias a la nación. Y, en línea con lo que dicen los expertos, la USO habló de que el Gobierno está “incautando la caja de Ecopetrol” para cuadrar las cuentas ante la caída del recaudo tributario.
Habrá quienes defiendan la movida del Gobierno diciendo que la petrolera, al fin y al cabo, es una empresa del Estado (el gobierno tiene el 89% de su propiedad) y por esta razón en el momento en que se necesiten recursos podría recurrir a ella. Sin embargo, ese argumento se cae de su peso teniendo en cuenta que ya son varios los batacazos que ha dado el presidente Petro a esta empresa crucial para los colombianos.
Recordemos que el Gobierno le puso más impuestos a Ecopetrol en la reforma tributaria del 2022, con una sobretasa del impuesto de renta. También el presidente Petro decidió no firmar nuevos contratos de exploración de gas y carbón. Aún peor, deshizo un jugoso negocio para Ecopetrol en la cuenca Permian que estaba prácticamente firmado. Y además, puso al frente de la empresa a Ricardo Roa, su gerente de campaña y un funcionario sobre el que recaen dudas por varias de sus actuaciones.
De manera que este nuevo y monumental zarpazo a los recursos de la iguana más querida por los colombianos ya parece ser parte de un interés por acabar con ella. Como cuando comparó el petróleo con la coca o habló mal del negocio del petróleo, manifestaciones que afectan el valor de la petrolera en la bolsa de valores.
No es un buen momento para quitarle millonarios recursos a Ecopetrol, en momentos en que se presenta una coyuntura compleja por el desplome en los precios internacionales del petróleo, que después de estar por encima de 80 dólares el barril hoy se encuentra en 60 dólares, lo que afecta directamente los ingresos de la petrolera, y por ende los de la nación.
La noticia de ayer de los resultados del primer trimestre de Ecopetrol no es alentadora. No sólo mantuvo los mismos ingresos del primer trimestre del año pasado, es decir, prácticamente no creció, sino que las utilidades de la empresa se siguen desplomando. Esta vez cayeron otro 22% y Ecopetrol suma así nueve trimestres consecutivos de caída en sus ganancias. Es decir, desde enero de 2023 está perdiendo potencia.
El gobierno no entendió que, en la medida que marchite a Ecopetrol, será uno de los mayores afectados porque no recibirá los millonarios recursos que le ingresan cada año por los impuestos, regalías y dividendos que le paga la petrolera. Los más de 250.000 pequeños accionistas también deberían entender que está en juego el futuro de la que era la joya de la corona. Si le va mal a Ecopetrol, les va mal a muchos. Habrá que esperar si la decisión de la Dian se reversa o quedará en firme y qué medidas tomará Roa y la nueva junta directiva..