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Con el sorpresivo anuncio del actual gerente del Banco de la Republica, Juan José Echavarría, de retirarse de su cargo el próximo 31 de diciembre y de no poner su nombre a consideración de la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) para su reelección por cuatro años más, inicia el proceso para sucederlo.
Una selección que deberá llevarse a cabo antes de que finalice 2020, en un procedimiento interno de la JDBR y en el cual se consideran varios nombres que deben cumplir con las condiciones que se requieren para ese cargo, que tiene gran influencia en materia macroeconómica, y por esa razón es uno de los más exigentes desde el punto de vista de la formación técnica y las calidades profesionales que debe tener quien lo ocupe.
Lo importante es que quien asuma la gerencia tenga experiencia académica o práctica en temas de política monetaria, sistema financiero y macroeconomía. Ese fue el perfil que tuvieron los cuatro últimos gerentes del Banco de la República (Francisco Ortega, Miguel Urrutia, José Darío Uribe y Juan José Echavarría), a quienes les correspondió ocupar ese cargo en la etapa más reciente de la entidad, la de una banca central autónoma consagrada en la Constitución de 1991. Todos tenían en el momento de su elección, una larga trayectoria en la institución, prestigio profesional y reconocimiento en Colombia y en el exterior.
No ha sido fácil la labor del BR en medio de la pandemia, una amenaza que está lejos de conjurarse. Echavarría, con su capacidad de liderazgo, ha sido el gestor de los documentos técnicos que alimentaron las difíciles decisiones de la JDBR en un situación inédita, en la cual la economía se vio expuesta a choques simultáneos de oferta y demanda.
En la difícil coyuntura se llevaron a cabo acciones muy acertadas en tres frentes. En primer lugar, se redujo la tasa de intervención en 250 puntos básicos, dejándola en 1,75 %. En segundo lugar, se brindó amplia liquidez a la economía por medio de la adquisición por parte del BR de títulos privados y públicos. Por último, se gestionó a favor del Gobierno un crédito con el FMI por US$17 mil millones.
La economía ha sufrido por cuenta de la pandemia, pero está apoyada con los instrumentos fiscales y monetarios disponibles. La economía se recuperará lentamente y corresponde a las autoridades apoyar la reactivación de modo que retome su senda de mediano plazo de forma sostenida. De nada serviría ampliar las fuentes de financiamiento público si en poco tiempo se cierra el crédito por incapacidad de pago. Las salidas fáciles y populistas ponen en peligro la esperada recuperación.
Quien ocupe la gerencia va a tener el desafío de contribuir a consolidar la dinámica de la economía a partir de 2021 y sacarla del hueco donde cayó. La política monetaria y la fiscal han sentado las bases para que la economía supere el mal momento, pero queda un largo camino por recorrer y la nueva dirección del Banco será una pieza clave en lo que viene.
La elección del (la) gerente por la JDBR seguramente será la de una persona idónea, con la capacidad de sortear este momento difícil y los que puedan venir en el futuro. Siempre ha sido así y ese proceder es el que ha permitido que el BR tenga el respeto y el prestigio que tiene en el interior del país y en el exterior.