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Por el conocimiento que se tiene sobre las calificaciones ciudadanas a los alcaldes de ciudades capitales y municipios, se concluye que, en general, los alcaldes del Valle de Aburrá aparecen como de los mejor calificados del país.
Al cierre de sus mandatos, básicamente en todos los municipios, la gente reclama mayor atención a programas de empleo, movilidad, salud y educación. Y en algunos de los municipios recreación y medio ambiente.
En siete de las diez poblaciones hay mayor porcentaje de respuestas positivas frente a que las cosas están mejorando. En tres la tendencia fue a que están empeorando.
En ocho de los diez se aprueba la gestión de sus alcaldes. En este punto se incluyen las alcaldías de Envigado, Barbosa y Bello, que terminaron con alcaldesas encargadas o en propiedad por la destitución de sus titulares, enredados en casos de corrupción.
En siete de los diez se destacaron aspectos como construcción de vías, puentes y parques y en Medellín e Itagüí la seguridad. Sin embargo, en nueve de los diez no se cumplió con aspectos de infraestructura relacionada con instituciones educativas, vías y salud. En la calificación al manejo de las finanzas públicas, ningún alcalde sacó una nota por encima de 3.5.
