¿Alguna vez se ha sentido ignorado o desairado por alguien que constantemente revisa el celular en su presencia? Tranquilo, no es el único, este parece ser un mal del siglo XXI.
Incluso, existe una campaña digital que busca detener este tipo de conductas. Se llama Stop Phubbing, y su objetivo es crear conciencia en las personas, acerca de lo irrespetuoso que es preferir las pantallas de nuestros celulares y la “compañía” de quienes están lejos, en detrimento de quien se encuentra realmente junto a nosotros.
Phubbing, viene de los términos anglosajones phone (celular) y snubbing (desairar), así lo explica Alex Haigh, el joven australiano de 23 años creador de la iniciativa y quien además se inventó este nuevo verbo, que significa: “el acto de desairar a alguien al mirar su teléfono en lugar de prestar atención”.
En realidad esta no es una campaña seria, fue ideada simplemente como una broma para llamar la atención sobre esta problemática. Aún así es una radiografía del estado en el que se encuentran las relaciones sociales de nuestra época y los cibernautas pueden divertirse al navegar por el sitio web.
Allí podrá encontrar graciosas piezas gráficas dedicadas a eliminar o al menos, reducir, las conductas antisociales en los eventos públicos, causadas por la presencia de un dispositivo móvil.
De este modo, si conoce a una persona adicta a su teléfono inteligente y quiere pedirle que abandone su dependencia, podrá encontrar en este lugar una carta de intervención, en la que amablemente se le solicita al implicado que deje el celular por un instante para que pueda disfrutar del aquí y el ahora con las personas. Esta intervención se puede enviar a través del correo electrónico o imprimirse para ser entregada en persona.
También hay carteles que puede descargar para poner en su local o establecimiento público. En ellos se le informa a los clientes que su negocio es un lugar libre de celulares y se invita a los grupos a que mantengan conversaciones entre ellos. Además, puede descargar tarjetas de boda para ubicar en las mesas, que dicen: “Usted pertenece aquí, su teléfono no”.