Cuando el reloj marca las 2.30 de la mañana, la Central Mayorista de Antioquia comienza a tomar vida. Empleados y dueños de los diferentes locales comerciales, ubicados en las 29 secciones que conforman el principal centro de abasto del noroccidente colombiano, llegan para iniciar una nueva jornada. A las 8 de la mañana ya están alrededor de 1.500 personas trabajando allí.
Frutas, hortalizas, legumbres, productos cárnicos, supermercados y un sinfín de servicios complementarios de diferente naturaleza hacen parte de la feria comercial extendida en 288 mil metros cuadrados.
¿Por qué comprar en la Mayorista? ¿Qué hace tan particular este rincón ubicado en el municipio de Itagüí, barrio Santa María ? Estos fueron las principales interrogantes que llevaron a la Twittercrónica a realizar un recorrido por este centro de abastecimiento creado en 1971.
“¡Señor es tan amable de venderme un kilo de ají dulce y picante!”, exclama Marlene Ocampo, quien desde hace 15 años asegura mercar en la Mayorista. Tras pagar 1.800 pesos por su pedido, esta señora de 56 años, precisa que los asequibles precios, la frescura y la variedad, hacen que mantenga en vigencia su predilección por el sitio.
Ocampo se despide, no sin antes mencionar que buscará los tomates en el sector 27, el de mayor concurrencia de amas de casa que solo quieren mercar al por menor. Es el bloque de Las Malvinas.
Luz Zaraida Gaviria, de 47 años, también afirma que la economía y la calidad marcan la diferencia en la Mayorista y, por eso, se resiste a dejar de pisar sus locales favoritos. Precisa que ha sido cliente desde hace 10 años. “Acá encuentras de todo. Puedes tocar y oler las verduras y frutas”, dijo esta ama de casa, quien agregó: “Lo mejor es que puedes pedir descuentos, yo siempre lo hago”.
Ofertas para todo
Desde hace 18 años, Henry Restrepo ayuda a su papá en su negocio de venta de plátano y yucas. El comerciante asegura que un aproximado de 20 a 25 toneladas diarias son distribuidos al por mayor y al detal.
Para los amantes de los pescados, mariscos, pollos y carnes, el sitio es ideal para su adquisición. Así lo asegura Juan Cortés, uno de los vendedores de cerdo, “no dependemos del mercado. Por ser productores, nuestros precios son los mejores, por ejemplo, una libra de carne de cañón la vendemos a 6.200 pesos y tocino a 4.900”. Mientras que en otros establecimientos de Medellín se encuentran a 6.400 y 5.200 pesos, respectivamente.
Otro caso es el de Jhon Jairo Ramírez, que lleva ya 18 años al frente de una pescadería: “Nuestro salmón viene de Chile, el camarón de Ecuador, la merluza de Perú y el filete de basa, de Vietnam”, precisa. El salmón lo vende “entre 13.000 y 14.000 pesos la libra”, mientras que en otras cadenas comerciales de la ciudad está en 17 .000 pesos.
Aunque los precios son interesantes en la mayoría de los puestos de la plaza, algunas personas les reclaman a los vendedores e insisten en que es más económico comprar frutas y verduras, por ejemplo, en las carretillas del centro de Medellín. Al respecto, la vendedora María Esneida Posada, dice “lo que no saben es que la mayoría de esos productos que venden afuera son los que se desechan acá por su mala calidad”.
Pero no todo se trata de mercar. En la Mayorista hay lugares para almorzar, como el restaurante Camarón y Pez, ubicado en el bloque 18, con tanta fama que los viernes hay fila para ingresar.
Mientras que para aquellos que les gusta cuidar su figura, el local Frut Sec, ubicado en el bloque 18, es otro espacio de referencia. Cereales, especias, frutos secos, semillas deshidratadas, leche de almendra nacional e incluso importada, gelatina sin sabor colágeno en diferentes formas y hasta la semilla de chía, hacen parte de su menú de ofertas.
La Mayorista, también es epicentro de otros servicios complementarios que no encuentra en todas partes como: insumos agropecuarios, materia prima para concentrados, empresas de transporte y tiene hasta dos auditorios.
Al salir, quedan atrás los aromas que se mezclan mientras el visitante camina: el dulce de la panela, el concentrado de la pesca diaria, el cítrico de la mandarina y hasta el seco del concentrado.