Mire a su alrededor, ¿cuántos dispositivos electrónicos ve? Tal vez un teléfono celular, una tableta o una laptop, pero también están los autos, el televisor, el microondas, el despertador, el termostato y otros aparatos. Por el momento se trata de dispositivos individuales, pero muchos de estos aparatos tienen el potencial de ser más inteligentes si se comunican entre sí y crear algo que se ha dado en llamar el Internet de las Cosas.
Para visualizar ese futuro, no hay mejor lugar que la feria electrónica de Las Vegas, que antes se conocía como Consumer Electronics Show y que ahora se conoce como la feria CES, comienza hoy y es el lugar donde empresas grandes y pequeñas muestran sus nuevos dispositivos inteligentes.
Estos van desde los en apariencia triviales, por ejemplo, sombrillas que alertan a sus dueños que las dejaron olvidadas; a los que útiles, no se puede negar, como nuevos dispositivos de navegación que muestran la ruta a seguir proyectada en el interior del parabrisas, y de ese modo no es necesario retirar la vista del frente.
Según el Instituto Global McKinsey, una división del gigante de consultoría McKinsey & Co., el valor creado por la conexión entre sí de dispositivos en el mundo podría llegar a los 11 billones de dólares al año para 2025: una suma alucinante, pues representa más de la mitad de la producción económica de Estados Unidos en un año.
La mayor parte del valor proviene de usos industriales, como aire más limpio por el uso más inteligente de la energía y una menor suspensión de labores en las fábricas gracias a un mantenimiento inteligente.
Sin embargo, se espera que haya billones de dólares en beneficios provenientes de los productos de consumo final: calles más seguras gracias a coches autónomos que conducen mejor, robots que se encargarán de las tareas domésticas y monitores de salud que permitirán saber cuándo nuestro cuerpo necesita atención médica.