No están intentando entrenarlas para reemplazar conductores. Investigadores de la Universidad de Richmond en Virginia enseñaron a 17 roedores a conducir vehículos de su tamaño para recoger comida con el fin de demostrar que un entorno enriquecido puede mejorar la función cognitiva y ayudar a agudizar la capacidad de aprender tareas complejas.
También demostraron que el dominio de una habilidad complicada puede reducir los niveles de estrés y ayudar a los roedores a relajarse. “Aprendieron a navegar el automóvil de maneras únicas y se involucraron en patrones de dirección que nunca habían usado para llegar a la recompensa.”, dijo al portal New Scientist la doctora Kelly Lambert, autora del estudio y profesora de Neurociencia del Comportamiento en la Universidad de Richmond.
Lambert también agregó una reflexión para el portal especializado en periodismo de ciencia IFLS: “Les digo a mis alumnos que son responsables de lo que hacen con sus cerebros todos los días de sus vidas: los estilos de vida más desafiantes y enriquecedores conducen a redes neuronales más complejas”.
Los investigadores registraron sus hallazgos en la revista Behavioral Brain Research. Allí reportan que a las seis ratas hembras y once machos se les presentó un vehículo que consiste en un frasco de plástico con ruedas eléctricas que podían avanzar o girar lateralmente al tocar una barra de cobre.
Después de un poco de práctica pudieron navegar con éxito hacia una azucarada recompensa: un cereal Froot Loop. Manejar es una tarea compleja para que un roedor, que requiere todo tipo de habilidades cognitivas, motoras y visoespaciales que generalmente no emplearía juntas.
Seis de las 11 ratas se alejaron en jaulas de laboratorio, mientras que las otras cinco estuvieron en un ambiente lleno de juguetes y más parecido a su hábitat natural.