La saga de peleas en 3D por excelencia llega con su primera entrega para la última generación de consolas.
Son 20 años los que han pasado desde que apareció en PlayStation la primera entrega de Tekken. La franquicia de peleas empujó la que por ese entonces era una nueva forma de batallas: 3D, es decir en escenarios donde era posible moverse en todas direcciones.
Ahora llega con su séptima entrega numerada para PS4, Xbox One y PC que trae consigo nuevos aspectos que hacen más emocionantes las peleas y mejoran gráficamente la calidad de los personajes.
Lo primero a tener en cuenta es el modo historia de Tekken 7. En este daremos cierre a la historia del Clan Mishima y su eterna lucha. Tomaremos el control de miembros de la familia, así como de otros conectados a ella, mientras conocemos de traiciones y honor. Al finalizar se desbloqueará un modo de historia de personaje que alarga y responde algunas preguntas de aquel modo historia.
Acompañando a este modo se encuentra el clásico arcade. Allí se elige entre los 36 personajes que hay en principio, se pelea en ciclos de cinco personajes y se gana dinero de combate mientras se mejora su clasificación como peleador. Allí no hay historia como tal. Solo batallas.
Dos botones para puños y dos para patadas son los básicos en el juego. Con ellos se realizarán la mayoría de ataques, los cuales se pueden conocer en el menú cuando se pausa la pelea. Hay posibilidad de controlar al personaje con la cruz o la palanca análoga: cuestión de estilos.
Luchadores ya clásicos de Tekken como Paul Phoenix, King y los infaltables Kazuya y Heihachi harán parte de la fiesta, a quienes se les une Akuma, personaje venido de la saga Street Fighter y otros nuevos como Gigas, Claudio, Katarina y Shaheen.
Con ellos será posible usar nuevas habilidades como los Rage Arts, ataques especiales que se usan cuando llenamos la barra de poder o tenemos poca energía. Un ataque que gráficamente sorprende en su cinemática, aunque su espectacularidad dependerá del personaje y su estilo.
A estos estilos de juego se les añaden: la pelea por los tesoros, donde se gana dinero para comprar elementos y personalizar a cualquiera de los luchadores: desde la ropa y peinado hasta expresiones faciales. Duelo, para pelear con un amigo; la práctica, para aprender todos los movimientos y el modo online para batallas contra jugadores de todo el mundo.
El aspecto gráfico, apoyado en el motor Unreal Engine 4, mejora la calidad de los detalles de los personajes, caras expresivas, movimientos y trajes. En principio solo se pueden elegir tres escenarios: Templo abandonado, Dojo mishima y el Pozo del demonio, pero habrá más de 20. Estos responden a los ataques y se destruyen dependiendo de la batalla: escenarios interactivos. Las animaciones están bien recreadas en los ataques especiales o en los modos historia donde suceden eventos antes o después de las peleas.
La música acompaña de cerca las contiendas. Habrá clásicos sonidos de entregas anteriores de Tekken con temas nuevos según el lugar donde se realice la batalla.
Tekken, el abuelo de las peleas en 3D vuelve con una nueva entrega que gustará a sus fanáticos y será una buena propuesta para los no iniciados.
