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—¿Por qué no me ayuda con mi mamá? Dígale que le ponga algo a mi puerta que mi padrastro de noche se asoma, me mira y cuando ya estoy dormida, empieza a tocarme y me despierta —le dijo una niña a la profesora Leslie Bravo García en una de sus prácticas de psicología en una comunidad de invasión. Un llamado que no pasó desapercibido para ella y que marcó el rumbo de su carrera, pues de allí iniciaron una serie de investigaciones sobre el tema.
Investigaciones sobre los factores psicosociales que generan riesgos de abuso sexual en menores de edad, sobre las funciones terapéuticas desde la teoría psicodinámica en esos casos, sobre las características de los abusadores entre muchas otras y sobre la caracterización del abuso sexual infantil en el departamento de Sucre, por nombrar algunas.
“A partir de esa última búsqueda y del bagaje que adquirí durante cada trabajo, dije: ‘Tengo que hacer algo para ayudar a los niños y a las niñas porque es mucho lo que sufren en esos casos y es mucho lo que su psique puede ser dañado’, ahí obtuve algunos resultados y nació la idea de crear un videojuego que sirviera para entregar diagnósticos y para prevenir el abuso sexual, o sea las bases teóricas se fundamentan en los hallazgos de la investigación Caracterización del abuso sexual en niños y niñas en el Departamento de Sucre”, cuenta Bravo García, especialista en psicología clínica y doctora en psicología.
Y después de la idea, el trabajo empezó a tomar forma por sí mismo. Según las historias clínicas consultadas para la investigación, los niños son vulnerables en diferentes contextos. En el familiar, el social y el educativo y el de las redes sociales. Luego hicieron talleres psicoeducativos en educación sexual y prevención del abuso sexual infantil a través de dibujos e historias con 80 niños y niñas de seis a 13 años de edad cada uno con el consentimiento informado de sus padres.
De esos talleres surgieron los bosquejos de las diferentes escenas, ambientes, características de los personajes y el nombre, NOABS que significa “No al abuso sexual”.
Y, ¿cómo funciona? “Al entrar a jugar el niño o niña a la plataforma (solo está disponible para computador) puede escoger de acuerdo a su género con cuál de los dos personajes se identifica, le da un significado y una identidad al nombrarlo. En la trama del juego se presentan varias preguntas en diferentes contextos (educativo, social, familiar e internet y redes sociales) a las que el niño o niña responderá con un clic a la respuesta que considera es lo que debe hacer, y al final se obtendrá un puntaje, que diagnosticará la vulnerabilidad y riesgo del niño o niña al abuso sexual”, explica Leslie.
Esa es la primera parte del videojuego. La segunda se enfoca en la prevención a través de un sistema de recompensas y garantiza que cada vez que sea jugado el niño o niña adquiere habilidades cognitivas y formas de defenderse del abuso sexual.
Hasta ahora, la Corporación Universitaria del Caribe ha vendido NOABS a la Gobernación de Sucre y a la Secretaría de Salud, entidades que han hecho capacitaciones, talleres lúdicos y recreativos para la prevención del abuso en torno a esta herramienta, encontrando a niños y niñas en alto riesgo por lo que se les hizo un acompañamiento de tipo clínico y psicológico.
Además, se está trabajando con universidades de Argentina, Chile y Perú en su validación para posibles implementaciones en esos países, y ha recibido el primer puesto nacional a la Movilización Digital en Colombia y fue catalogado como un proyecto destacado por el Ministerio de las TIC en 2015.
“Nosotros hemos estado investigando, hemos estado validando a NOABS porque es un instrumento que ayuda a detectar si los niños están en riesgo o no e incluso si están siendo abusados, generando así una serie de actividades y una serie de estrategias que nos permiten prevenir esos atropellos”, finaliza Leslie.
*El juego puede comprarse en la Corporación Universitaria del Caribe.