Así puede ayudar a los animales

Corporaciones y fundaciones sirven como puente para quienes desean ser solidarios con estas especies.

Eventos como la Donatón Animal se convierten en fuente de recursos en especie para apoyar el trabajo de las entidades que mejoran la vida de las distintas especies. FOTO Juan Antonio Sánchez

Con la donatón por los animales que se realizó el puente festivo pasado, se transmitió un mensaje de solidaridad en la ciudad. Se recogieron 35 millones de pesos en efectivo, utensilios y 40 toneladas de alimento para perros y gatos. Medellín respondió al llamado que hizo la Asociación Donatón por los Animales y Manejo Humanitario de Fauna callejera.

No obstante, aunque esta ayuda termina en las fundaciones, corporaciones y albergues del área metropolitana que cuidan de los animales, la ciudad genera un inmenso apoyo para los beneficiarios, pero necesita continuar concientizando a las personas de la importancia del bienestar de estos seres vivos que deambulan por la urbe.

De eso se trata la labor de Defenzoores, una asociación de egresados de la Universidad de Antioquia que invierte sus recursos en educar y sensibilizar a la gente sobre el cuidado de las especies.

Mauricio Gómez, director de la asociación, comenta que sintieron que la labor de asistencialismo no era suficiente y que con solo ayudar a los animales, los problemas de abandono o maltrato no iban a tener fin, por eso “volcamos nuestros recursos a un trabajo educativo”.

“A pesar de tantos esfuerzos por ayudar, hay un aproximado de 7.000 animales sin hogar. Algo está fallando aunque Medellín es ejemplo. En 2007 fuimos la primera ciudad en Colombia en aprobar una política pública de protección animal y desde eso empiezan los animalistas a participar en procesos democráticos. También fuimos la primera ciudad en reemplazar los vehículos de tracción animal por otro tipo”, señala Gómez.

La Fundación Bienestar Animal, por ejemplo, fue una de las beneficiadas de las ayudas que se recogieron en la donatón de 2016. Según Luz Marina Giraldo, voluntaria de tiempo completo desde hace cuatro años- cuando la fundadora falleció-, con la primera donatón en 2015 recibieron una tonelada de concentrado; esta vez fueron 650 kilos que les durarán cerca de cinco meses, tiempo durante el cual podrán alimentar a los 45 perros y 60 gatos que tienen.

“Yo salgo llorando de acá muchos días porque nos llegan con unos casos que dan tristeza, muchos de abandono. La gente no se ha concientizado que tener un animal es tener un miembro de la familia, aunque siento que la ciudad cuida cada vez más de los animales”, dice Luz Marina.

Las instituciones que velan por el cuidado de esos seres, en su mayoría rescatados de la calle o llevados a esos lugares bajo diferentes causas, dicen que, en general, la irresponsabilidad de quien en algún momento fue dueño ocasiona las malas situaciones que viven los animales. Por eso, indican que en el caso de perros y gatos la mejor manera de ayudar a las fundaciones y corporaciones es cuidando de ellos para que no terminen en estos lugares que, con responsabilidad y amor, los acogen.

La adopción es la principal estrategia de estas organizaciones sociales que trabajan alrededor del tema animalista. Quieren promoverla para motivar la conciencia de las personas en torno a la necesidad de proteger a estos seres vivos que, como dice Alicia Montiel, de la Fundación el Hogar de Alicia, “también sienten y saben cuando se les quiere”.

El trabajo de estas instituciones se orienta a rescatar animales callejeros, en especial perros y gatos que, o bien han estado toda su vida en condiciones de calle, o por alguna circunstancia fueron abandonados por sus dueños y ahora solo tienen acogida entre el asfalto y los muros de concreto. Aunque, como lo explica Marcela Díaz, vocera de la Fundación Orca, el trabajo que realizan estas entidades finalmente redunda en la creación de conciencia frente a la necesidad de protección y de respeto a todos los animales.

Destaca Marcela que uno de los logros que se puede evidenciar es que hoy las mascotas que presentan algún problema de salud o sufren accidentes y, por ejemplo, se fracturan, sus dueños ya no ven en el sacrificio la única opción y luchan por rehabilitarlas.

Un trabajo en silencio

Una de las características comunes en el trabajo que desarrollan las entidades que defienden los derechos de los animales, es que su labor casi siempre se desarrolla en medio de las dificultades propias de quienes no cuentan con suficiente apoyo.

Espacios en casas o en fincas que con esfuerzo sus propietarios o el grupo gestor de la organización adecuan para recibir a estas especies.

Catalina Yepes Mejía, jefe médica de la Corporación Raya, comenta que el trabajo de ellos está enfocado en la esterilización y la educación a través del programa de radio Ládralo, de ese modo contribuyen a que cada vez lleguen menos animales en situaciones difíciles a estos albergues, fundaciones y corporaciones. Esa debería ser la labor de todos, procurar que los animales estén más en hogares y en sus espacios naturales que en albergues ocasionales.