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Los cólicos, las náuseas y los cambios de humor son síntomas premenstruales que muchas mujeres padecen. Para Mariana, sin embargo, los dolores cruzaban la línea de lo “normal”.
Para ella su periodo era un castigo que llegaba, sin falta, mes a mes. “Se me bajaba la presión, vomitaba, no era capaz de pararme de la cama y me ponía blanca como un papel”. Sabía que lo que sentía no estaba bien, pero se callaba porque “de estos temas casi nunca se habla”.
Un día, cuando ya tenía 19 años, el dolor la superó y, tras consultar con ginecólogos, le informaron que sufría de endometriosis. “Me explicó sin éxito y con poco tacto que mi útero tenía telarañas y quistes, que debían operarme y que no podría ser mamá”.
Mariana se negó a la cirugía así que, con pastillas anticonceptivas, regula el dolor y ralentiza el crecimiento de las “telarañas”, ya que la endometriosis es una enfermedad que no tiene cura.
“Fue un trauma, no solo porque me dijeron que no podría ser mamá, sino porque no sabían cómo explicarme algo tan importante”.
Sobre la endometriosis hay muchos mitos y preguntas sobre este padecimiento que se estima afecta a más de 170 millones de mujeres en el mundo, de las cuales cerca de 2 millones están en Colombia, según datos de la Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad, Asocoen.
Como Mariana, millones de mujeres sufren, a veces sin saberlo o en secreto, de alguna condición que afecta sus órganos reproductivos y sexuales y que imposibilita o dificultan sus actividades diarias. Acá le explicamos algunas de ellas.
Más sobre la endometriosis
Es crónica y benigna y afecta, sobre todo, a mujeres entre los 20 y los 45 años. Consiste en la formación y acumulación de tejido endometrial fuera del útero que puede llegar a otros órganos y zonas, como la cavidad pélvica, la vejiga, los ovarios o hasta el intestino.
María Alejandra Vélez, médica cirujana de la Universidad de Antioquia y ginecóloga de la Universidad Nacional explicó que “es una enfermedad que todos los días nos pone un reto porque no tiene cura y porque nos toca decirles a las mujeres que ese dolor las va a acompañar durante toda su vida fértil”.
Aseguró que, aunque se sometan a cirugías para eliminar tejidos o el útero, a veces eso no soluciona el dolor porque el tejido ya está implantado en otras zonas y, por eso, es importante consultar a tiempo para lograr hacer manejo del dolor pélvico con medicina alternativa y terapias y acompañamiento psicológico.
Enfermedad pélvica
En el estudio del doctor Alebtekin Ahangari llamado Prevalencia del dolor pélvico en las mujeres: una revisión actualizada, se concluyó que el dolor pélvico inflamatorio constituye el 25 % de las consultas externas en ginecología y entre 15 % a 20 % de urgencias en la materia. Este dolor puede ser una afección en sí mismo o síntoma de otra enfermedad, como la pélvica inflamatoria (EPI).
Esta última es una inflamación de la pelvis que se produce o por enfermedades de transmisión sexual, como la clamidia, o por bacterias que no son tratadas a tiempo. Para diagnosticarla después de síntomas como cambios de flujo, fiebre y dolor hay que realizar exámenes físicos y tratamientos con antibióticos a la mujer y a su pareja.
“Es muy importante estar atento a los síntomas porque puede causar cúmulos de pus en la cavidad abdominal que pueden requerir cirugía y que pueden causar infertilidad”, puntualizó.
La mente y el cuerpo
El vaginismo es una condición que puede tener causas físicas o psicológicas y que consiste en la contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico que producen cierre parcial o total de zona íntima.
Las causas físicas pueden estar relacionadas con endometriosis, himen rígido, tumores e inflamaciones pélvicas, entre otros. Los psicológicos la relacionan con la educación sexual escasa, restrictiva o carente de rigor; el miedo al coito, experiencias sexuales negativas o abusos previos, entre otros. Para superala, según la médica Vélez, son necesarias terapias de piso pélvico y acompañamiento psicológico”
Otras condiciones
La psicóloga Lucía Gómez Mantilla, psicóloga y coach, contó que “todas las enfermedades femeninas están relacionadas con el útero o los órganos sexuales, tienen fuentes de carácter emocional. Las somatizaciones que se generan en el cuerpo han pasado primero por la mente”.
Agregó que por eso es importante hacer acompañamiento psicológico para explorar el cuerpo y las razones que puede haber detrás de ciertas condiciones.
Finalmente, la ginecóloga Vélez, además, puntualizó que hay muchas enfermedades que afectan los órganos femeninos ocasionadas por malas prácticas de cuidado, como las ocasionadas por hongos o bacterias que generan cambios en el flujo e infecciones. Para ello, recomendó algunos cuidados y eliminó algunos mitos. (Ver recomendaciones).