Está en su casa, la rutina ha cambiado. Se levanta y no se va a la oficina. Está trabajando desde su hogar. Le llaman teletrabajo y no son vacaciones.
Para Diana Isabel Muñoz Rodríguez, coordinadora de investigación de la facultad de fisioterapia del CES, esta “novedad” que viven algunas personas por estos momentos de cuidado global tiene dos puntos importantes, “adecuar en casa un buen espacio para trabajar y entender que el encierro no implica dejar de hacer actividad física”.
Ni la cama ni el sillón
Las oficinas están pensadas para la comodidad en las horas laborales. “Cada uno organiza su cuerpo, si uno está incómodo no se concentra, lo importante es que cada uno encuentre bienestar y evite comprimir las piernas, brazos y tronco”, indica Muñoz.
La fisioterapeuta Diana Carolina González sugiere que si no tiene escritorio, busque una mesa auxiliar, el comedor, algo en donde pueda apoyarse y que sea un espacio limpio, bien aireado e iluminado. Algo que para el cerebro sea el lugar de trabajo.
Hay que moverse
González propone que el tiempo que usaba para dirigirse al lugar de trabajo se puede emplear para hacer ejercicio, “una rutina corta, de 15 o 20 minutos servirá para activar su día y lo más importante es no olvidar las pausas activas”.
Estos intervalos no tienen por qué ser aburridos, “hay que buscar la forma de hacerlos divertidos. Una canción de cuatro minutos da para pararse a bailar. Eso activa todo, cerebro, cuerpo y corazón”.
Muñoz recalca que las pausas activas “mejoran la productividad, recargan al trabajador de energía y abren la mente”. Para ella, como mínimo cada hora se debería hacer una de no más de 10 minutos. González anota que no en todas debe ejercitar el cuerpo, también son “para distraerse y luego volver a lo que estaba haciendo”.
Actívese
Con el movimiento se promueve la circulación sanguínea. “Estirar las articulaciones que más podamos es una primera recomendación: cuello, hombros, muñecas, tronco, cadera y piernas”, indica la fisioterapeuta del CES.
Los ojos igual necesitan descansar. La recomendación de la fisioterapeuta es parar y mover los ojos, “mirar arriba y abajo, hacer movimientos circulares, cerrarlos y volverlos a abrir entre 5 y 10 veces”.
Para mover la mente los especialistas recomiendan ejercicios como escribir con la mano contraria, hacer sudokus, crucigramas y sopas de letras y a la hora de lavarse lo dientes, ¿por qué no hacerlo con su mano no dominante? “Esto ayuda a estar siempre alerta”, precisa González.
En una pausa activa puede ir a mirar sus plantas, tomar el algo en un espacio diferente al que está trabajando, hacer una llamada y caminar por la casa mientras conversa, hacer un poco de jardinería o jugar con su mascota. Insisten en que en el hogar se hace muy fácil seguir de largo y no tomar descansos y por ello se debe organizar un horario específico y cumplirlo. “Quienes viven con familia e hijos llegar a un acuerdo con ellos, para que entiendan que no son vacaciones sino que se está trabajando”, concluye González..
PROBLEMA
Si le da un calambre
Estar mucho tiempo en una misma posición puede propiciar este tipo de complicaciones físicas que habitualmente se da en las piernas.
SOLUCIÓN
Estirar y respirar con calma
Se sugiere estirar la pierna intentando agarrarla con su mano. Evitar el apoyo y cuando pase pararse de su silla y caminar para activar circulación.
PROBLEMA
Si le duele la espalda
Otro de los dolores más comunes ante las malas posturas es el de la espalda, especialmente el de la parte baja. Las pausas activas lo evitarán.
SOLUCIÓN
Cambiar la postura
Lo importante es levantarse, estirar el tronco, verificar su postura y cambiarla si es el caso. Puede acostarse y llevar las rodillas al pecho.