La historia detrás del vestuario de Priscila, el filme de Sofía Coppola
En esta entrevista, la diseñadora Stacey Battat cuenta su experiencia de trabajo con la directora de Perdidos en Tokio, Las vírgenes suicidas y Priscila, entre otros éxitos millennials.
Stacey Battat es la vestuarista de Priscila, la más reciente película de Sofía Coppola. Ambas trabajan juntas desde la película
Somewhere.
FOTOGETTY y Cortesía
03 de marzo de 2024
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Por: GRECYA HERRERA Y ÁNGEL CASTAÑO GUZMÁN
Desde Las vírgenes suicidas y Perdidos en Tokio, el trabajo fílmico de Sofía Coppola narra la tristeza que produce la vida adulta en el individuo. Casi todos los personajes de sus películas se sienten incómodos con el mundo tal cual es, pero, en lugar de hacer algo para cambiar las cosas, se hunden en la soledad de los cuartos o en matrimonios que los eclipsan. Todo esto, que parece abstracto, se ve en la pantalla gracias a un trabajo de escenografía y vestuario de primer nivel.
Con ocasión del estreno en la plataforma Mubi de Priscila —el largometraje reciente de Sofía Coppola—, EL COLOMBIANO conversó con Stacey Battat, la responsable de vestir a los actores que dieron vida a la historia de Priscila y Elvis Presley.
¿Cómo conociste el universo cinematográfico de Sofía Coppola? ¿Y cómo llegaste a trabajar con ella?
“La conocí hace mucho tiempo y nos hicimos amigas. Habíamos hecho solo una o dos películas, quizás. Ella necesitaba una diseñadora para hacer algo. Justo acababa de hacer Marie Antoinette. Y me preguntó si podría hacer algo. Quería hacer una película pequeña y contenida. Entonces hicimos juntas Somewhere. Y desde entonces hemos trabajado juntas”.
¿Y cómo entraste a Priscila?
“Sofía me envió el guion hace mucho tiempo. Leí el guion. ¡Me gusta leerla! ¿Sabes? Ella siempre cuenta una historia desde una perspectiva particular. Así que es bueno verlo desde su perspectiva. Luego fui a la Biblioteca de Telas del Met, miré allí todas las telas. Empecé a mirar revistas y fotos. Y todo tipo de cosas. Así que supongo que me sumergí en el mundo de la investigación también. Sí. Simplemente nos juntamos. Ella siempre hace un tablero de inspiración (moodboard), que funciona como herramienta para el tono de la película. Y luego cada departamento reunió los pensamientos de su equipo. Yo reuní colores y trajes y esas cosas.
Y luego entró el departamento de decoración de set que dirigió Tamara Deverell. Luego simplemente nos juntamos, hablamos de nuevo al respecto. A veces es solo una vez. Y luego simplemente, de pasada, ya sabes, resolvemos las cosas. Porque también fue una filmación realmente agitada. Así que recuerdo una vez con Tamara, solo Tamara, yendo al set de la peluquería. Y estábamos ocupadas haciendo un millón de otras cosas. Pero llevé unas batas. Y ella me encontró allí. Luego miramos las batas y seleccionamos algunas batas para la gente en la peluquería. Y me encantó esa foto ese día. Fue un día divertido”.
¿Cómo te aseguraste de que los trajes para Priscila no solo encajaran con el universo cinematográfico de Sofía, sino que también contribuyeran a la narrativa?
“Creo que es simplemente cuestión de trabajar juntos. También, obviamente, mi gusto está involucrado porque estoy diseñando los trajes. Pero también siento que no los estoy haciendo para mí. No los estoy haciendo para mí misma. Realmente estoy pensando en quién es el personaje y cuál es su historia. Y me siento bien al respecto cuando siento que he contado esa historia”.
Como diseñadora, ¿qué esperas que el público saque de los trajes en Priscila?
“Espero que los espectadores se vayan y no estén pensando en los trajes. Quiero decir, tal vez puedan pensar en ellos, que eran hermosos o algo así, pero preferiría que se fueran y pensaran en la historia. Sí”.
¿Cómo trabajas con los actores para asegurarte de que no solo luzcan bien, sino que encarnen a sus personajes?
“Siempre es algo grande porque con los actores también hay movimiento. Y cosas. Los vestuarios los creo teniéndolos en cuenta, pensando lo que ellos necesitan para que el traje les funcione. Así que creo que hablar con ellos sobre esas cosas desde el principio siempre es realmente útil. Y, como ya sabes qué escenas van, en cuáles son en las que pelean y hacen otras cosas tienes un panorama amplio. También sabes dónde van a querer tener más cosas. Luego, hay prendas de base que ayudan para que Priscila se sienta infantil. Cada película es diferente. Pero creo que colaborar con ellos y hablar con ellos sobre cuáles son sus necesidades y cómo lograr lo que necesita la película siempre es importante”.