viernes
3 y 2
3 y 2
Algunas formas simples y una que otra letra, con más resolución que nunca, pudo ver una mujer invidente gracias a un desarrollo de investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche, en España.
Utilizaron electrodos directamente en la corteza visual de la mujer y con estimulación directa producida por el microdispositivo, generaron esas percepciones visuales. Es un implante cerebral basado en microelectrodos intracorticales.
El grupo de Neuroingeniería Biomédica de la UMH, dirigido por el catedrático de Biología Celular Eduardo Fernández Jover, ha publicado los resultados del experimento en la revista Journal of Clinical Investigation.
En diciembre de 2020, este mismo equipo consiguió realizar con éxito y por primera vez un experimento parecido, al estimular la corteza visual de primates.
En aquel caso, se utilizó un implante de más de mil electrodos que permitió a los animales percibir formas, movimiento y letras. Sin embargo, los animales no eran ciegos.
Este trabajo va un poco más allá. Hemos implantado los micro electrodos en el cerebro de una persona completamente ciega durante más de 16 años”, declara Fernández, que es miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red para la Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina.
Esta es la primera vez que se realiza un implante cerebral de este tipo en una persona ciega y los resultados son muy alentadores para el desarrollo de una neuroprótesis visual que pueda ayudar a personas ciegas o con baja visión residual a mejorar su movilidad, e incluso de una forma más ambiciosa a percibir el entorno que las rodea y orientarse en él, señala el catedrático.
No obstante, Fernández añade que, aunque los resultados de este y otros trabajos son muy prometedores, todavía hay muchos problemas por resolver y, por lo tanto, es muy importante avanzar poco a poco y no crear falsas expectativas, ya que, de momento, se trata solo de una investigación en curso.
¿Cómo fue el proceso?
Durante seis meses, los investigadores realizaron distintos experimentos en los que la mujer voluntaria tenía que intentar reconocer letras, la posición de los estímulos, la forma de distintos objetos. Estos se repitieron varias veces para observar el aprendizaje de la corteza visual de la participante y observar posibles cambios.
El dispositivo implantado se trata de una pequeña matriz tridimensional de 100 micro electrodos para comunicarse con las células cerebrales de forma bidireccional: permite tanto el registro de señales eléctricas como la estimulación del cerebro. Se trata de un dispositivo muy pequeño, de tan solo 4 milímetros de lado, con electrodos de 1,5 milímetros de longitud.
Una de las conclusiones del estudio es que éste no afecta a la función de la corteza cerebral ni a la de las neuronas que quedan próximas al implante.
El investigador de la UMH explica que los resultados de este nuevo estudio demuestran que la implantación y explantación de este tipo de micro dispositivos puede realizarse con seguridad en humanos y que la estimulación eléctrica de estos electrodos, que penetran dentro de la corteza cerebral, es capaz de inducir de forma fiable y estable percepciones visuales con una resolución mucho más alta de lo que se había conseguido hasta la fecha.