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Primer dato que se encuentra en el recorrido El vuelo de las aves, del Parque Explora: el halcón peregrino, en picada, es el animal más rápido sobre la tierra; alcanza los 390 kilómetros por hora. Eso es como ir de Medellín a Necoclí en una hora, si fuera halcón, porque como humano, si se va a 60 kilómetros por hora, los 383 kilómetros en carro le tomarían unas seis horas y media (sin trancones, a velocidad constante y sin parar a desayunar).
El dato responde a una pregunta que se encuentra en una columna en el camino hacia al acuario. ¿Y si te dijeran que hay un ave más veloz que un carro de Fórmula 1? La respuesta está en una pantalla que muestra al halcón peregrino volar. Al lado está la grulla, con su respectiva pregunta, pantalla y dato: Durante su vuelo, desde el desierto del Gobi hasta las selvas húmedas de la India, la grulla sube hasta 10.000 metros y cruza las montañas más altas del mundo.
La exposición, que es sobre todo un recorrido, es la nueva propuesta del parque, que cada año presenta una muestra temporal, salvo el año pasado, por la pandemia. Así que era todo un reto volver, sabiendo que hay que pensar que el coronavirus no se ha ido.
Alejandra Estrada, coordinadora de los contenidos de la exhibición, explica que pensaron en una propuesta biosegura, con posibilidades transmedia para enseñarles a públicos distintos, desde niños hasta adultos. Así llegaron a una exposición que no está en ninguna sala, sino que las personas se la van encontrando por pedazos en diferentes sitios del parque.
También en su página web e incluso hay contenidos allá que tienen un QR para continuar leyendo o viendo un video en el celular.
Un recorrido por partes
Esa columna donde están el halcón y la grulla es el primer punto, con información en las paredes y en las pantallas. La gente puede aprender, interactuar y jugar, y de hecho eso es lo que caracteriza cada punto de la muestra. Después continúa hacia el acuario, y tras encontrarse con los peces, al salir, hay una nueva historia, esta vez la de las aves migratorias.
Para entenderlo tiene que mirar hacia el piso. Ahí está la el dibujo de gaviotín ártico, su punto de partida es Seattle, en el norte de Estados Unidos. Al lado está el halcón peregrino (otra vez), que partirá desde Anchorage, Alaska. En el tercer círculo está el tordo arrocero y su partida es Kansas City, igual en el norte de Estados Unidos.
Entonces hay unas líneas con un color y usted va caminando y llegando a puntos en los que paran, como Colombia. De hecho esas tres aves fueron elegidas para el recorrido, cuenta Alejandra, justo porque pasan por el país.
Esas fueron las búsquedas para esta exposición: buscar la que más vuela, la que tuviera un dato importante, la más extraordinaria, la más rara, las que paren en Colombia. Esos detalles se fueron uniendo para tener esa historia que se va contando mientras se disfruta del resto del parque.
El halcón peregrino, por ejemplo, para en Santa Marta; el tordo arrocero en Yopal, y el gaviotín ártico en Tumaco. Ahora bien, dos líneas se acaban antes, porque mientras el primero vuela 11.000 kilómetros en su viaje de migración, el segundo solo 8.300 y el último 22.000, es decir, el doble del halcón. El gaviotín es, de hecho, una de las aves con las rutas migratorias más largas de todos los animales: los kilómetros que recorre en su vida es como si fuera a la Luna y regresara.
Así que esta exposición es para ir descubriendo aves, como las que viven solas o necesitan compañía, o la desorientada o descubrir, por una adivinanza, cuál es el águila calva. Hay una pared para medirse con algunas y saber, según la envergadura, cuál es igual a usted. Tal vez nadie alcance al albatros viajero al abrir las manos, porque se requieren 3,50 metros, y tampoco al cóndor de los Andes que cuando abre sus alas llega a 3,20, pero quizá sí sea un flamenco con 1,40.
Y hay tantos detalles que en el último piso, que es donde finaliza el recorrido, aprenderá sobre la relación de las aves y los dinosaurios. Alejandra señala que la idea es contar que son descendientes de esos gigantes y también qué hay todavía de ellos en ellas: Gigantes, como el T-rex, tenían huesos aligerados para su tamaño: no eran sólidos. Hoy, otro gigante, el cóndor de los Andes que puede suspenderse por horas en el aire gracias a sus huesos huecos.
Explora está llena de aves, algunas incluso vuelan con mensajes que dejaron los visitantes en otra actividad. Lo importante es estar atento porque en cualquier espacio del parque de pronto aparece alguna volando, le toca los pies o los brazos, o lo despeina con el viento, como esta que le trae una adivinanza para que descubra su nombre: Rima con Titiribí y empieza casi con la cola. Libre está en el corazón que late a mil por hora
Es periodista porque le gusta la cultura y escribir. A veces intenta con la ficción, y con los poemas, y es Camila Avril. Editora de la revista Generación. Estudió Hermenéutica Literaria.