Sume días. Quizá es de los que lleva 57 (a la fecha) trabajando en casa por cuenta de la covid-19. Si es su caso, la pregunta es: ¿se ha sentido más extenuado trabajando en casa? Las respuestas de los usuarios de EL COLOMBIANO son generalizadas y se van hacia el sí (Ver gráficos).
Las razones de ese agotamiento las explican psicólogos como Johnny Orejuela, docente y jefe del departamento de Psicología de la Universidad Eafit, al afirmar que esta situación implantó condiciones que a una persona inmersa en el mundo laboral le son involuntarias e improvisadas y “esto trae como efecto un mayor desgaste emocional, que deriva en agotamiento. El efecto es que muchas personas están resistiéndose emocionalmente ante algo que les tocó asumir y no eligieron”.
Unos se quejan de que se trabaja más, otros de que les duele la espalda, el cuello o no duermen. A algunos les han dado dolores de cabeza y en general el cansancio es tema de conversación.
Para Andrés Barreto, director del programa de Psicología de la Universidad San Martín, es una suma de muchas variables, “tiene que ver con la ansiedad, el estrés, hemos vivido cerca de dos meses en una situación de incertidumbre y un miedo relacionado con adquirir el virus y la posibilidad de morir. Todo eso influye”.
Algo claro para Andrea Liliana Ortiz, decana del Programa de Psicología de la Universidad Sergio Arboleda, es que en el trabajo existían unos parámetros muy claros en tiempos, espacios, movimientos y funciones, “estas cuatro variables se integran en el lugar que es casa, que únicamente se relacionaba con familia, hogar, descanso, reserva”.
Quienes tienen que hacer mucho a nivel laboral pueden estar trabajando de 10 a 12 horas al día. Si tiene hijos será además añadirle a esa carga las tareas y trabajos escolares con ellos, pensar en hacer la comida, en asear la casa.
Otro punto que influye es la intensificación de las interacciones. “Es que no hay límite ni ritmo en estas, todos interactuamos con todos simultáneamente –explica el psicólogo de Eafit– y esto es aumento indirecto de la carga de trabajo”. Y al final hay que añadir el tema social. Según el decano Barreto salir de rumba, a cine o con amigos ayudaba a esa descarga emocional. Hoy no son posibles esos momentos catalizadores.