<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Ese hola sin beso ni abrazo

No solo es costumbre, el saludo es una indicación de reconocimiento
e igualdad.
En el mundo
hay diferentes maneras de hacerlo y algunas se pueden adoptar en tiempos de coronavirus. Incluso en casa.

  • ilustración david guzmán
    ilustración david guzmán
26 de marzo de 2020
bookmark

EL COLOMBIANO está haciendo una cobertura completa con los artículos más relevantes sobre el coronavirus y para lectores de todas las edades. Encuentra lo que debes saber de la pandemia aquí.

Qué extraño fue ese primer momento cuando se hizo peligroso saludar con un abrazo o con un beso en la mejilla a alguien más. Algo tan cotidiano se puso en entredicho, de repente el otro, el vecino, el compañero de trabajo, el familiar, representaba una amenaza.

Entonces apenas empezaba la epidemia de la covid-19, ahora pandemia, y las advertencias parecían un tema lejano y una medida extrema. Hubo quienes se rieron frente a las recomendaciones de saludarse codo con codo, como se sugería para evitar la propagación. Y más, en una cultura como la colombiana, que da tantos abrazos.

Poco a poco las distancias se han tomado e incluso se han escrito canciones para crear consciencia. La del compositor Esteban Copete dice: “Debo decirte, me voy por unos días, aunque no quiera es la única salida. Hay un problema y esta es la solución, si guardo distancia, es una señal de amor. No es que no quiera abrazarte ni tocarte, no es nada de eso, solo quiero cuidarte”.

El uruguayo Jorge Drexler llamó a la suya Codo con Codo: “La paranoia y el miedo no son ni serán el modo. De esta saldremos juntos poniendo codo con codo”. Como bien señalan ambos temas, irremediablemente el contacto se tiene que reducir para aplanar la curva de contagios.

Frente a ese saludo codo con codo, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud, señaló que no considera que sea lo más recomendable porque acerca a las personas a menos de un metro de distancia y el virus puede propagarse hasta dos metros apenas con un estornudo o tos. Ese saludo no funciona ya.

Adhanom escribió en Twitter que, en su caso, saluda a la gente llevándose la mano al pecho, justo encima del corazón. Esa es apenas una de las múltiples opciones, pero hay muchas más que se podrían probar para mantener a la mayoría de la población a salvo.

La importancia del saludo

Más que un hola o buenos días, el saludo es una palabra que se deriva del latín y que viene de salus o salutis, que implica “desear la salud o la salvación del otro”, explica Gustavo Muñoz, profesor de antropología cultural en la Escuela de Ciencias Sociales de la UPB.

Una de las funciones más necesarias que tiene el cerebro, desde el punto de vista de la antropología, es comprender al otro, explica Hernán Darío Gil, profesor también de esa facultad. “Si el cerebro puede comprender al otro sucede una cosa bella, el cuerpo lo debe aceptar”.

Sobre esa comprensión añade que se transforma en manifestaciones corporales con un significado: dar la mano, abrazar, sonreír, levantar las cejas, subir levemente la cabeza o mover las manos de un lado a otro.

Cuentan, además, que es un mecanismo para expresar la aceptación de otro ser humano, es mucho más que una costumbre o una cuestión de buenos modales. “Conlleva un reconocimiento, porque una cosa es conocerse y otra es reconocerse. Es entender que el otro es igual a nosotros”, dice Muñoz. Es darle el lugar que merece, tanto como uno mismo cree merecerlo.

Alrededor del mundo

Las diversas culturas tienen arraigado ese saludo, pero de diferentes formas, así lo más generalizado o universal sea estrechar las manos. En la cultura latina está igual abrazar y dar besos en las mejillas como en España, Francia o Italia. Allá se dan dos, uno por cada lado.

En Wuhan, el epicentro de la epidemia, hubo videos de personas que empezaron a saludarse chocando los pies (casi como un baile) para guardar distancias. En Zimbabue se usan aplausos para dar la bienvenida, similar que en Ghana o Senegal donde se aplaude y se estrecha la mano.

En India o en Nepal hay una tradición que data de decir “Namasté”, que viene del sánscrito y que comunica que una persona se inclina ante otra, casi en un gesto de adoración, porque lo sagrado en uno mismo reconoce lo sagrado que hay en la otra persona. Se acompaña con un gesto que consiste en unir las palmas con los dedos apuntando hacia arriba e inclinar levemente la cabeza.

En otras culturas orientales como la de Japón o China se usa la reverencia, especialmente ante los mayores. La espiritualidad en Oriente “permitió reconocer al otro como un ser sagrado, el otro es sagrado porque tiene vida, me acompaña y está a mi lado. Por eso la inclinación frente al otro es reconocerlo como un ente sagrado”, completa Gil.

El común denominador, propio de todas las culturas, es que se trata de un gesto que da pie a una comunicación mucho más directa entre los individuos que interactúan en una misma situación social, explica Muñoz.

Dentro de esos grupos sociales el saludo es importante, “reduce la tensión y fricción entre los miembros de un grupo”, señala. Usted lo ha experimentado, existe tensión cuando alguien entra de repente a un grupo y no saluda, y “se puede alzar la tensión porque se percibe como una amenaza”.

A pesar de las limitaciones de distancia que hay que tener en estas semanas, una mirada acompañada de una sonrisa puede ser un buen hola en casi cualquier contexto. Puede ensayar y adoptar su propia manera, lo importante es recordar que la prioridad será mantenerse a salvo, y alejado. Piense, por ejemplo, en cómo saludar al vecino desde el balcón. Son tiempos de creación, incluso para reinventar los saludos.

Ver esta publicación en Instagram

. Ya volverán los abrazos, los besos dados con calma, si te encuentras un amigo salúdalo con el alma. Sonríe, tírale un beso, desde lejos sé cercano, no se toca el corazón solamente con la mano. La paranoia y el miedo no son, ni serán el modo, de esta saldremos juntos poniendo codo con codo. Mira a la gente a los ojos, demuéstrale que te importa, mantén a distancias largas tu amor de distancias cortas. Si puedes, no te preocupes, con ocuparte ya alcanza, y dejar que sea el amor el que incline la balanza. La paranoia y el miedo no son, ni serán el modo, de esta saldremos juntos poniendo codo con codo. Me desperté en San José, Costa Rica, con la sensación evidente de que íbamos a tener que posponer los conciertos. Yo me enfrento a estas angustias escribiendo y agarrando la guitarra. Intentando entender esta época en la que la manera de mostrar afecto por otra persona, pasa por no darle la mano, para que el virus cabrón este no se salga con la suya... #SaludarCodoConCodo #jorgedrexler

Una publicación compartida por Jorge Drexler (@drexlerjorge) el

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD