La Feria de las Flores trae diversión a los parranderos, los costumbristas y los aficionados a artes y deportes.
Los silleteros cargan en su espalda hasta 120 kilos.
FOTO edwin
bustamante
Si uno sube en estos días desde temprano a la vereda La Palma, de Santa Elena, y da con la parcela de Pastor Atehortúa, se entera de que después de ordeñar la vaca se une a su esposa, Luz Elena Londoño, en las labores florales.
En el sembrado tienen gladiolos, cartuchos y agapantos blancos. Los cortan y llevan a casa para dejarlos en baldes con agua, a la sombra, para que se mantengan frescos hasta el otro fin de semana, cuando deben armar la silleta.
Al darse cuenta de esto, por medio de Pastor y Luz Elena o de otros campesinos de Santa Elena, se entiende que ellos representan la vida cotidiana sin maquillajes. Y que cuando desfilan con silletas terciadas a la espalda en la Feria de las Flores no están haciendo teatro, sino paseando la tradición...
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