Medellín

Sos Paisa, la red que une la diáspora de casi un millón de antioqueños en el exterior

Entre 800.000 y un millón de antioqueños viven por fuera de Colombia. Desde hace dos décadas una plataforma se encarga de mantenerlos en contacto y de incentivar que no pierdan el amor por su tierra. Otros no nacieron acá pero son “paisas de corazón”.

hace 5 horas

Valeria Ortiz no tiene una carrera diplomática avalada por credenciales y títulos pero se toma bien a pecho su papel de “embajadora” de los antioqueños en Singapur. En junio de 2024, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, viajó a esa isla asiática, a la cumbre de ciudades llamada World Cities Summit, y ella le ayudó a moverse en una cultura tan diferente; luego, en junio de este año fue el gerente de EPM, Jhon Mesa, y de nuevo ella fungió como anfitriona.

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Así mismo, cuando una delegación representó allá a Colombia en un mundial de natación, se puso a sus órdenes y aunque no la ocuparon se hizo presente, solitaria, con su bandera tricolor haciéndoles barra a rabiar.

Valeria está muy pendiente también de integrar a la colonia antioqueña en ese lejano país, incluidos los frecuentes almuerzos en los que, por supuesto, son invitadas centrales la arepa y la bandeja paisa.

Y no es la única. Como ella hay una red paisa de embajadores que se ha conformado en muchas ciudades del mundo alrededor de la plataforma Sos Paisa, con personas que emigraron desde Antioquia. El propósito es doble: por un lado buscan que se conviertan en promotores de nuestra cultura, estandartes de los valores que nos caracterizan y buen ejemplo para los demás; y que afiancen de paso la marca de ciudad, porque la idea es que el nombre de Medellín quede siempre bien parado. Por otra parte, la intención es que se sientan acompañados y no pierdan el arraigo no importa si están en el culo del mundo.

¿Cómo nació Sos Paisa y quién lo promueve?

Sos Paisa fue fundada en el año 2004, en la alcaldía de Sergio Fajardo, para integrar la diáspora antioqueña y ha resultado tan positiva que lleva dos décadas y cuatro administraciones más bajo la sombrilla de la ACI (Agencia de Cooperación e Inversión de Medellín y el Área Metropolitana).

Natalia Cardona, directora de posicionamiento y comunicaciones de la ACI, expone datos de la Cancillería, según los cuales el éxodo de colombianos supera 4,7 millones de personas y de ellas entre 800.000 y un millón son antioqueños. Los principales destinos son Estados Unidos, España y Canadá, pero a Sos Paisa le han reportado sintonía desde Bélgica, Francia, Italia y Alemania, entre otros lugares de Europa, así como desde Medio Oriente y Asia. En general la red cubre 85 países, cuenta con más de 5.900 seguidores en Instagram, 12.000 en Facebook y cerca de 2.000 en TikTok.

“Lo principal es poder conectar a esos paisas que están en el extranjero, toda esa diáspora antioqueña, para crear una red que sea no solo de conocimiento, sino de networking. Y digamos que el principal objetivo es que se convierta en una herramienta para el desarrollo económico y social de la región, y que la gente pueda tener un sentido de pertenencia en proyectos que son tangibles”, apunta la funcionaria.

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Una de las estrategias principales es mantenerlos informados de lo que pasa en la región —principalmente en Medellín— y programar acciones para ponerlos en contacto con la realidad local. Herramientas invaluables son la página web (sospaisa.com), publicaciones en varias redes sociales y el newsletter (boletín informativo) que mandan cada mes a través de WhatsApp.

“También los buscamos uno a uno para proponerles agendas que les puedan interesar para webinar, workshops y lives que hemos tenido también en nuestros medios digitales”, explica Natalia.

La plataforma contiene noticias de hechos relevantes dentro de la transformación de la capital antioqueña, como los avances en el metro de la 80 o, más recientemente, el proyecto de transformación del Aeroparque Juan Pablo II con playas y piscinas de olas que simulan el mar.

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Pero además hay historias de vida de los migrantes y cada mes sacan relatos de paisas que se destacan por fuera y por tanto son motivo para sacar pecho, como Carolina Errecart, la directora de talento humano de Google para Europa, Medio Oriente y África; o Camilo Chacón, quien desde Suecia lidera investigaciones sobre animales extintos que sobrevivieron a la era de los glaciares.

Así mismo, ha estado Sebastián Kruis, el eurodiputado de origen antioqueño que aun sin hablar ni pizca de español ahora no falta con sus visitas periódicas y se convirtió en un aliado de otros coterráneos en el Viejo Continente.

Valiéndose de la plataforma, se realiza también la campaña Sos Paisa Emprende que resalta proyectos desarrollados por paisanos.

Existen además mecanismos para que los expatriados se vinculen a causas benéficas. Con ocasión de la temporada invernal los invitaron a hacer sus aportes a través de la fundación Presentes y en estos momentos tratan de recaudar donaciones para el programa Alianza Cero Hambre.

Dentro de coyunturas especiales, como cuando una selección de BMX no tenía con qué asistir a un campeonato mundial en Roma, en julio pasado, a través consiguieron el dinero para el viaje.

“Es claro que hay una idea y es mantener el contacto con ellos para que no pierdan el arraigo, pero segundo también que ellos hagan su aporte”, recalca Natalia.

En esa hermandad de expatriados ellos encuentran un aliciente emocional, pues, según cuentan, es como sentirse acompañados en la lejanía, mantener el cordón umbilical intacto. Pero además, se trenzan alianzas, como la de María Bustamante, una operadora turística residente en Bélgica quien hace poco, a través de la red, se encontró para tomarse un café en Bruselas con Kruis y ya este le está abriendo puertas para que la inviten a eventos donde promueva el turismo de Medellín, algo que resulta como una carambola a tres bandas porque a la vez que promociona los destinos de la ciudad, le genera buena imagen al país y de paso le beneficia el negocio de María.

El otro rol es el de los paisas que se fueron a hacer estudios superiores o pasantías y pueden compartir su conocimiento con estudiantes de universidades. Fue la situación de Sebastián Giraldo, hijo de comerciantes de El Hueco que se fue en 2011 a estudiar mercadeo y mandarín en China y se quedó allí durante casi una década, pero ahora rota temporadas en una y otra parte; en días pasados estuvo dando claves de cómo negociar con ese país asiático con más de 40 personas que se conectaron a una webinar.

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Una modalidad distinta de membresía es la de los “paisas de corazón”, extranjeros que vinieron por alguna circunstancia, se quedaron, se enamoraron de la ciudad –y de pronto de alguna pareja- y ahora son también embajadores de esta cultura. Así les pasó a Manuel Franz y Tilman Burfeind, dos alemanes que vinieron a estudiar en 2016 a la UPB y optaron por que esta seguiría siendo su patria.

“Yo soy paisa”, apunta Manuel, quien actualmente está en España acompañando a su novia mientras hace una maestría, pero no espera sino a que ese estudio termine para retornar al reino de la arepa con quesito y los frijoles.

Un contacto en la red le da ilusiones a María

Cuando María Bustamante recibió una llamada proponiéndole que fuera la “embajadora paisa” en Bélgica no pensó en las cosas tan buenas que eso le traería. Para empezar, en las plataformas de SOS Paisa han visibilizado su trabajo como empresaria del turismo, porque al fin y al cabo comparten el objetivo de “vender” la imagen de Medellín para que más gente se anime a visitar la ciudad.

“Ellos han hecho visible que somos el primer operador turístico receptivo de Colombia y Medellín en Europa, y eso pudo haber sido más complicado”, reconoce.

Y no pensó tampoco que los operadores de esa plataforma en la ACI la contactarían con alguien tan influyente como un eurodiputado que también es paisa, Sebastián Kruis, con el cual ya está planeando cómo conectarse con ferias continentales donde puedan promover la marca de ciudad.

Ella no sabe bien cuál fue el inicio de todo esto. Supone que alguien le mencionó al Bureau de su empresa y del potencial que tendría como embajadora, pues María es comunicadora social y lleva 24 años en el sector del turismo; trabajó en el hotel Sheraton, luego en Cotelco (el gremio del turismo), dirigió el Turibús y hace diez años montó su propia empresa, Vista Medellín Travel.

En Medellín todo iba muy bien y la compañía estaba en su mejor momento cuando su esposo la convenció de que emigraran buscando un mejor futuro para ellos y su hijo que actualmente tiene 10 años.

Hace un año y tres meses que aterrizaron en Bélgica y dice que definitivamente acá está su proyecto de vida por un buen tiempo, pero lejos de perder el contacto con su patria chica, ha acrecentado su vínculo porque direccionó su emprendimiento a ofrecer paquetes de viajes hacia “paisalandia”.

“Yo trato de ver las cosas positivas de estar acá, porque no es fácil el cambio de clima, de idioma y hasta de comida”, apunta señalando que su principal función dentro de SOS Paisa es crear una visión de Medellín diferente a la que la relaciona con Pablo Escobar, y unir a esa cadena de antioqueños que se sienten desamparados en un país distante y donde además los antioqueños parecen minoría frente a los migrantes de otras ciudades del país. Para ella, estar en la red es “como sentir a Medellín cerquita”.

“Me pueden sacar de la montaña, pero no de los fríjoles”

Cuando EL COLOMBIANO contactó a Valeria Ortiz, el miércoles pasado, en Medellín eran casi las diez de la noche mientras que en Singapur iban a ser las once de la mañana del jueves y ella se aprestaba a encontrarse con amigos para una frijolada.

“Sigo muy conectada con Medellín y vivo muy pendiente de lo que pasa allá. A mí me pueden sacar de las montañas pero no de la arepa y los frijoles”, dice.

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Ella afirma que con todo y que ya lleva cinco años en Asia, es una paisa de pura cepa y echa de menos muchas cosas como la alimentación y el paisaje, pero sobre todo la posibilidad de abrazar a la gente en la calle, y que le contesten el saludo; el calor humano. Por eso viaja cada año a recargarse y empaca de vuelta una buena dosis de arepas.

Valeria es arquitecta, de 31 años de edad. Tenía un buen trabajo, pero como desde chiquita le gusta viajar y retarse al máximo buscó una maestría y no en cualquier parte sino en un sitio que estuviera a la vanguardia en construcciones sostenibles; y que de ñapa le exigiera el manejo de un idioma distinto. En Singapur hay cuatro lenguas oficiales: inglés, mandarín, malayo y tamil.

Al terminar sus estudios consiguió trabajo, pero hace un tiempo labora de cuenta propia en su carrera además de que montó una empresa de eventos y programa fiestas latinas para la comunidad iberoamericana, con música, comida y toda la parafernalia que lleve a los participantes a transportarse a sus orígenes.

Esta embajadora ad honorem asegura que quisiera, como mínimo, volver a su tierra después de que se jubile y ya habló con su aseguradora por si le llega a pasar algo, que la trasladen de cuerpo presente a Colombia.

Argentino - alemán se siente “paisa de corazón”

Argentino - alemán se siente “paisa de corazón”

Manuel Franz es argentino por sus ancestros, alemán de nacimiento y paisa por adopción. En 2016 llegó a Medellín de 21 años, con su mejor amigo, Tilman Burfeind, en un programa de doble titulación en administración de empresas que ofrecían la FH Münster y la UPB.

En ese tiempo ya se estaba consolidando la vocación turística de la ciudad, de manera que había una amplia oferta de hoteles, hostales y hasta viviendas de corta estancia, pero no para personas que, como ellos, pensaran en quedarse tres semestres.

“Teníamos que pasar caminando por los barrios y viendo si había carteles diciendo que se arrendaba una habitación; varias veces nos robaron los depósitos y eso que nosotros nos creíamos avispados; ni qué decir lo que le podía pasar a una chica suiza, por ejemplo, que ni siquiera hable español”, cuenta.

De manera que terminaron y el trabajo de grado de ambos fue un plan de negocios de una empresa que llenara esa carencia. Así nació Getvico, que es una plataforma que une la oferta y la demanda para estancias medianas y largas (mínimo 6 meses) en apartamentos amoblados; tienen por lo menos mil propiedades registradas y el mes pasado le arrendaron a más de 500 personas. Además, les ofrecen a los extranjeros ayuda en la inmersión cultural y social.

Esa fue la disculpa para quedarse, pero la razón más fuerte, dice Manuel, es que se prendaron de la ciudad y no ha considerado siquiera volver a esos fríos intensos que se aploman en Alemania por temporadas.

“Nos enamoramos de la cultura, de la calidad humana, del clima, las frutas y las verduras; no hay otra parte donde comás así; es el mejor vividero del mundo”, dice Manuel desde España, a donde viajó por diez meses para acompañar a su novia mientras cursa una maestría. La pareja cocina sus fríjoles y no fallan en un restaurante colombiano que hay al lado del piso de Madrid donde se hospedan, para que les hagan sus caldos. Dentro de SOS Paisa, Manuel está clasificado en la modalidad de los “paisas de corazón” y así se denomina él. Y si dudas quedan, vale decir que es hincha del Atlético Nacional.

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Una declaración de amor en la distancia

Como si no fuera suficiente la nostalgia que se despierta en la distancia, en 2014 la banda Alcarabanda, conformada por dos antioqueños residentes en Barcelona (España), creó la canción ‘No importa donde estés, sos paisa’, toda una declaración de amor por la tierra que cae como una daga en el pecho al combinarse en un video con imágenes de las sonrisas cotidianas que son paisaje en Medellín, los alumbrados navideños y niños disfrutando de los chorros del Parque de los Pies Descalzos. La letra dice así:

Una vida nueva he construido, pero cada día te recuerdo con más fuerza y a veces me sorprendo imaginando que estoy en las calles de mi barrio, que estoy en la esquina con mi gente / Son tantas las cosas que extraño, porque aquí todo es tan diferente / Me han contado que estás increíble, que en cada esquina se nota el progreso, para nosotros no hay nada imposible / Póngale la firma que un día regreso / Y es que te echo tanto de menos que a veces la nostalgia me hace soñar despierto / Ser antioqueño es más que un sentimiento.

Somos paisas y a pesar de la distancia te llevamos en el alma / Y aunque pase el tiempo hoy me doy cuenta que allá está mi corazón / Estemos dentro o estemos fuera, por nuestra tierra damos la cara / Y es verdad lo que decían los abuelos: un antioqueño nunca se vara / No importa donde estés, hey, hey, ¡sos paisa!

Lo que siento no se mide en kilómetros, yo te quiero más allá de la razón / Soy paisa que llega lejos, hijos de la tierra y luchador / Yo estoy pa’ las que sea; soy paisa de pura cepa, de fríjoles y de arepa, de flores y verraquera; de guaro y aguapanela.