Antioquia, con apoyo en 5 emprendimientos rurales

A través de la estrategia ReactivAcción, del PNUD, se aporta dinero a estas iniciativas de comunidades en crisis por la pandemia en Gómez Plata y Anorí.

El proyecto de producción de derivados de la caña en Gómez Plata es un emprendimiento apoyados por el PNUD con la estrategia ReactivAcción, igual que otros 4 de Antioquia. Foto Cortesía

Antioquia, con apoyo en 5 emprendimientos rurales

El Salto es una zona especial de Gómez Plata donde cae el río Guadalupe, entre rocas y montañas. La líder del sector es Odila Medina, nacida allí hace 46 años y cuya comunidad desarrolla un proyecto de agroturismo sostenible.

En la zona está uno de los teleféricos más inclinados de Latinoamérica y hay siete rutas turísticas que exploran su riqueza ecológica y patrimonial. “Queremos generar una experiencia de turismo sostenible articulada a sistemas productivos de la zona y que responda a la crisis económica ocasionada por la covid-19”, explica Odila.

Más de 20 personas le apuestan hace tres años a este turismo y, dice Odila, “tenemos una gran historia para contarle al mundo, con atractivos naturales que son una marca propia de El Salto”.

El trabajo en equipo y la buena intención no son suficientes, necesitan los recursos que puedan conseguir para concretar su servicio de hospedaje para turistas.

Por eso, en este momento es determinante el apoyo del proyecto ReactivAcción, de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que impulsa iniciativas de comunidades pobres golpeadas por la pandemia con aportes de $10 millones por emprendimiento.

Por cada peso recibido de ciudadanos o empresas, el PNUD pone otro. “Queremos que los emprendedores reactiven sus negocios, generen empleo y dinamicen la economía de sus regiones”, dice el gerente del Área de Reducción de Pobreza e Inequidad del PNUD en Colombia, Javier Pérez Burgos. En el país ejecutan proyectos de este tipo en 8 departamentos.

En Antioquia avanzan 5 emprendimientos apoyados con esta estrategia: el de Odilia, 3 más en el municipio de Gómez Plata y uno en Anorí.

Panela por la prosperidad

En Gómez Plata también opera Asocañagp, un cultivo de caña y transformación de panela, que Francisco Tobón puso a rodar en 2018.
Crecer entre cultivos de caña lo motivó a vincular a otras familias para crear esta empresa con el objetivo de enfrentar las problemáticas sociales, ambientales y económicas del gremio en la zona.

“Surge de la necesidad de trabajar en equipo para mejorar resultados, potencializar el emprendimiento y darle valor agregado al producto”. Con los aportes piensan comprar dos homogenizadoras de miel, dos selladoras de pedal y dos bateas.

Apicultura por los bosques
En la misma zona está el campesino Esteban Orrego. Convencido de que podía cultivar abejas para producir miel y así cuidar el medio ambiente creó en 2018 una asociación productora de miel pura y sin agroquímicos, la Asociación Agropecuaria y Campesina de Gómez Plata.

La idea nació cuando él, siendo joven, cuidaba un bosque en la vereda “La Bonita”, donde protegía una colmena de abejas, la cual un día fue destruida con veneno. “Estamos comprometidos con el ambiente y la conservación de 250 hectáreas”, asegura. Hoy necesita apoyo para la compra de insumos y su comercialización.

Con aroma de Guayaba

En Vega Botero, vereda de Gómez Plata, el cultivador Reinaldo Jiménez busca hacer de la guayaba silvestre un producto sostenible.

“Esta comunidad nació en 1989 de un proceso de reubicación de 12 familias por un proyecto hidroeléctrico. Hoy en día somos 46 familias campesinas sin oportunidades laborales. La población de la zona vende, como principal fuente de ingresos, guayaba agria a plazas mayoristas, pero el precio es muy bajo y por esto que queremos convertir la guayaba en bocadillos y dulces”, cuenta. Necesitan equipos y herramientas para hacer realidad su sueño.

Matrimonio de café y panela

¿Cómo darle valor agregado al café? Esa es la pregunta de la que surge el proyecto que desarrolla la Asociación de Paneleros y Cafeteros -Apanor-, nacida en 2012.

Busca garantizar su comercialización, mejoramiento técnico y sostenibilidad, incluso en los días difíciles de la pandemia y con los altos costos de producir café pergamino seco. Necesita fortalecer los equipos e insumos para que sea una oportunidad para mujeres y jóvenes.

“Necesitamos 5.440 empaques para café tostado y molido, un sistema de filtros de agua y un molino para laboratorios de café”, cuenta José Quiroz, líder de la iniciativa