Hablar del problema, diagnosticarlo sin temor a los cuestionamientos que generan las alertas por la contaminación, es la premisa que sostiene la autoridad ambiental en el Valle de Aburrá. Esa postura le ha generado exposición a los cuestionamientos, pero, también que el Gobierno Nacional le dé el liderazgo en soluciones para mejorar la calidad del aire en el país.
Precisamente, en Medellín tuvo cita, la semana pasada, la Mesa Permanente de Calidad del Aire, un mecanismo de articulación constante y de alto nivel entre la Presidencia de la República y autoridades metropolitanas para la gestión integral de la problemática, y la que se plantearon medidas prioritarias.
Según Ricardo Lozano, ministro de Ambiente, una prioridad hoy es subir de 22 % a 35 % el número de estaciones que están monitoreando el aire en el país. Destacó que en el Valle de Aburrá es donde más se avanza al respecto.
“No todas las ciudades tienen estas estaciones y tecnologías. El llamado es para que el resto de ciudades tengan estas herramientas paras disparar las alertas tempranas y prevenir que nos expongamos a estas amenazas”, indicó.
Lozano añadió que Medellín cuenta con una red de monitoreo certificada, también con radares que permiten certeza del material particulado en el aire. “Esto aún no lo podemos hacer en otras ciudades”, aclaró.
Combustible mejora
Eugenio Prieto, director del Área Metropolitana, Amva, autoridad ambiental en la región, estableció que aunque actualmente la región atraviesa un episodio de alerta por contaminación del aire, agravado por aspectos climatológicos, ha habido mejoras sustanciales en la descontaminación por medidas como la limpieza por parte de Ecopetrol del combustible.
“La Mesa es una instancia importante para la gobernanza del aire, que venimos construyendo en el Aburrá y que servirá al país. Un ejemplo es que se logró, con el liderazgo del alcalde, Federico Gutiérrez, la junta metropolitana y Ecopetrol, bajar las partes por millón de azufre (entre 10 y 14), no solo para el área metropolitana, sino para Colombia, que hoy recibe un diesel de 20 partes por millón de azufre.
Para Prieto, parte de ese resultado positivo es que “Ecopetrol se anticipó 3 años en traer un combustible entre 10 y 14 partes por millón de azufre al Aburrá: “este es un diesel mundial que, reitero, no es la solución, pero mientras lo tengamos hay que diminuirle partes por millón de azufre”.
Respecto a los problemas de la calidad del aire, Indalecio Dangond, experto en combustible y empresario del sector agroindustrial, dijo que la solución está en incrementar la mezcla de biocombustible.
“Entre Medellín y Bogotá producimos casi el 67 % de la contaminación del país por la emisión de gases de efecto invernadero que produce la industria y el transporte masivo (incluyendo tractomulas y camiones)”, dijo.
Anotó que una política de Estado, en 2008, buscaba fomentar los cultivos de palma para producir ese biocombustible con el fin de mejorar el aire. Explicó que hoy el porcentaje de este elemento natural, permitido por el Gobierno”, en el diesel es de 10% cuando debería estar en el 20%.
“Productores e industriales de la palma invirtieron durante estos 10 años, 3.000 millones de dólares en sembrar nuevas áreas de palma y caña, así como en construir plantas de aceite y 12 plantas de biodiésel y etanol”, acotó y sentenció que “la negligencia es porque la meza le sube un poco el precio del diesel y la gasolina y es un costo que no quieren asumir ni transportadores ni el Estado, pero es algo que es por el bien de la gente”.