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El lunes no hubo cielomoto, sino un incidente empresarial: autoridades

  • Pocas veces se oye hablar de los cielomotos. El lunes muchos creyeron que hubo uno, pero no fue real. FOTO CAMILO SUÁREZ
    Pocas veces se oye hablar de los cielomotos. El lunes muchos creyeron que hubo uno, pero no fue real. FOTO CAMILO SUÁREZ
28 de agosto de 2020
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Las autoridades ambientales confirmaron este viernes que el fuerte ruido escuchado en el sur del Valle de Aburrá el pasado lunes cerca de la medianoche no fue un cielomoto, sino un percance ocurrido en una empresa de Itagüí.

Según la subdirectora ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá -AMVA-, Ana María Roldán Ortiz, el fuerte ruido, que fue denunciado por habitantes del sector el lunes a las 11:30 p. m., no fue un fenómeno natural sino un incidente en las calderas de una empresa.

La funcionaria indicó que tras las denuncias recibidas por los ruidos que se percibieron el lunes, el equipo de Control y Vigilancia (de la entidad) realizó al otro día una visita a la industria donde se generó y estableció que lo que ocurrió en realidad fue que se dieron a la vez “tres columnas de vapor de agua que, por las condiciones atmosféricas de nuestro valle, se vieron acumuladas”.

En una entrevista del pasado 20 de abril para el periódico digital de la Universidad Nacional, el físico y docente de dicho claustro, Camilo Buitrago, definió los cielomotos como “perturbaciones acústicas que ocurren por una compresión del aire que nos rodea y que viajan a través de la atmósfera”.

En esa publicación titulada “¿Qué son y por qué suceden los cielomotos?”, el experto detalló que hay varias causas para este fenómeno, popularmente llamado “trompetas en el cielo”: choques de aire frío y caliente, un poderoso trueno lejano, fragmentos de asteroides que se transforman en perturbaciones acústicas, terremotos y avalanchas, entre otros.

Podría leer: Investigan qué fue el ruido que despertó a los residentes del sur del Aburrá

La versión de Roldán sobre el incidente la complementó el secretario del Medio Ambiente de Itagüí, Sebastián Zuleta Zea, quien indicó que las altas emisiones de ruido se percibieron en las comunas cuatro, cinco y uno.

Detalló que “se trató la caída en el suministro de energía de una de las calderas de una empresa y el ruido se originó por la activación de las válvulas de seguridad de la misma”.

La situación no generó ningún tipo de contaminante a la atmósfera del Aburrá, aseguró Roldán. El Amva confirmó que en la estación de monitoreo de Ditaires se percibieron ruidos de hasta 100 decibeles.

Además, añadió que a la empresa involucrada se le pidió que active un plan o un mecanismo para que estos episodios no se vuelvan a dar, aunque señaló que la empresa tuvo que ejecutar dicha acción para mitigar un mal mayor que “nos protegió de otros posibles episodios”, aunque no dio detalles sobre cuáles ni reveló el nombre de la empresa.

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