El desmonte de un mariposario que funcionaba en una escuela rural de la vereda El Portento, en El Retiro, generó controversia en la localidad del Oriente antioqueño ya que allí, a lo largo de 16 años, quienes tenían a cargo el proyecto lograron incentivar el amor y la protección por esta especie y acumular experiencias y conocimientos que ahora, según parece, quedarán en el olvido.
El sitio, en realidad, había sido cerrado desde el 11 octubre de 2018, cuando el colectivo Laboratorio del Espíritu, que tenía a cargo el proyecto, entregó el espacio -propiedad de la alcaldía que lo había cedido en comodato desde 2003- por considerar que se había desviado el objetivo de promover semilleros de investigación científica.
“Los semilleros fueron desplazados por la venta de plantas hospederas y de crisálidas, lo que hizo que el Laboratorio del Espíritu tomara la decisión de terminar el proyecto con las personas encargadas hasta el momento”, dijo la directora del Laboratorio del Espíritu, Gloria Bermúdez Bermúdez.
Pero el cierre del 11 de octubre no significó la muerte del lugar, pues ese hecho dio origen al nacimiento de la Corporación Centro de Investigación y Conservación Casa de Mariposas, un colectivo conformado en su mayoría por jóvenes amantes de este insecto, por considerarlo un polinizador de gran importancia para el medio ambiente. Lo integran los mismos que tenían a cargo los proyectos científicos del mariposario y querían tener de nuevo el comodato.
“En ese proceso veníamos hasta el viernes, cuando tumbaron el lugar sin explicación y causando la pérdida de lo que teníamos acumulado hasta el momento”, contó Juliana Villada, líder del colectivo.
Afirmó que su grupo tramitó el registro ante la Cámara de Comercio y que, incluso, venía siendo asesorado por la misma alcaldía. El desmonte los tomó por sorpresa y sin saber si seguirán con la actividad, que les dio logros y reconocimientos como viajes de representación a otros países.