Por estar densamente poblado y rodeado de montañas, el Valle de Aburrá es particularmente sensible a la contaminación del aire. A esto se suman las actividades humanas que inciden en la calidad del aire que respiramos, como la emisión de contaminantes producto de fuentes fijas (la producción industrial) y las fuentes móviles (el parque automotor).
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De acuerdo con el Área Metropolitana, este mes es crítico para la calidad del aire. La transición entre la temporada seca y la primera temporada de lluvias se presenta en marzo y se caracteriza por la presencia de capas de nubes de baja altura que llevan a la acumulación de contaminantes en la atmósfera. En este periodo se registran las concentraciones más altas de material particulado del año (PM10 y PM2,5).
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Según el inventario de Emisiones Atmosféricas de 2016, realizado por esta entidad y la Universidad Pontificia Bolivariana, el 82% de emisión de contaminantes proviene de fuentes móviles (31.5% volquetas, 31.2% camiones, 19% motos, 9.1% buses especiales, 3.7% tractocamiones, 2.7% autos, 1.2% buses, 0.7% taxis especiales, 0.6% motos de dos tiempos y 0.3% taxis).
Por otro lado, el 18% de la emisión de contaminantes proviene de fuentes fijas como las empresas de producción industrial.
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Este lunes la Alcaldía de Medellín declaró el “estado de emergencia climática en Medellín”, debido a la polución que agobia a sus habitantes desde hace dos semanas.
El anuncio lo hizo el alcalde Daniel Quintero Calle, quien convocó a los medios de comunicación a una rueda de prensa en el cerro Nutibara, desde donde se apreciaba la capa de contaminación que cubría la ciudad.
“En los últimos 10 años creció 300 por ciento el parque automotor, y estimamos que al terminar el cuatrienio, vamos a tener un 20% más. Si a esto le sumamos los incendios en diversas zonas del país, lo que tenemos es un empeoramiento generalizado y continuo de las condiciones”, manifestó el mandatario local.
Añadió que “esto afecta el turismo y la economía en general, pero también está causando que 600.000 personas tengan que consultar cada año los servicios de salud por problemas respiratorios, eso tiene costos gigantes para las familias y las empresas”.