Las horas más críticas de su trabajo son entre las 4:00 p.m. y las 8:00 p.m.. En ese lapso, después de haber pasado media jornada de pie, recibe insultos y malos tratos. “La gente no entiende que no tenemos la culpa. Todos van cansados, con ganas de llegar a la casa, pero el tráfico no para”, contó.
Ese es el relato de uno de los guardas de tránsito que, con su labor diaria, trata de mitigar el colapso vial que vive Envigado. La entrada al municipio, bien sea por la 43 A (Avenida El Poblado) o Las Vegas, se convirtió en un suplicio. La razón principal es la obra del tramo 2B de Metroplús, entre La Frontera y el colegio Teresiano.
Consciente de la situación, la Alcaldía de Envigado lanzó ayer un “plan de choque” para mitigar la congestión vehicular. El alcalde Braulio Espinosa reconoció que, como el nombre lo indica, es una medida de mitigación, mas no una solución de fondo. “Tenemos dos obras que nos están causando problemas en el tráfico. Una de ellas es el puente sobre la Ayurá, que construye el Área Metropolitana. La otra es la de Metroplús. Es una situación atípica, que exige la búsqueda de soluciones para mejorar la calidad de vida de los envigadeños”, precisó.
Los detalles del plan los entregó Juan José Orozco, secretario de Movilidad de Envigado. El funcionario contó que la estructuración se basó en tres ejes. El primero de ellos es la “ola verde”, es decir, el aumento de tiempo en verde de los semáforos de la Avenida El Poblado. O sea, los que van por esa vía tendrán prelación. “Son 20 segundos más los que van a tener. Eso nos va a ayudar a agilizar mucho más el tráfico y a que la fluidez sea más constante”, dijo Orozco.
El tercer eje tiene que ver con dos cambios en el flujo vehicular. Uno de ellos es el giro a la izquierda en la calle 25 sur, que estaba prohibido. Es decir, quienes vayan por la canalización de la Ayurá en sentido oriente-occidente no tendrán que atravesar la Avenida El Poblado para hacer el retorno, sino que podrán tomarla de una vez en sentido norte-sur. El otro cambio es el giro en la calle 25 A sur, que permitirá tomar la 43 A.
Pero, si las obras de Metroplús se retomaron el 6 de marzo, luego de siete años de para, ¿por qué apenas se implementó el plan de choque? Los envigadeños llevan varios meses quejándose por el tráfico en la entrada a su municipio. En una encuesta hecha en redes sociales, EL COLOMBIANO preguntó a los ciudadanos por las incomodidades que les han generado las obras. “Entrando a la ciudad de Envigado, en horas de almuerzo, llego a la casa para cenar”, dijo un usuario, con ironía. “Me demoro más de dos horas en llegar a casa” y “hemos perdido calidad de vida en horas de desplazamiento” fueron otras de las respuestas recibidas.
Frente al cuestionamiento de por qué hasta ahora se tomaba el plan de choque, el secretario Orozco contestó que algunos efectos externos a la obra han dificultado la movilidad. Por ejemplo, el reinicio de clases presenciales en los colegios: “Eso nos generó mucha más congestión. Respondimos a las quejas de la comunidad, que venía exigiendo más presencia institucional”.
Lo otro, argumentó el secretario, es que el plan de choque fue pensado con tiempo y no se trató de una medida “tomada de la noche a la mañana”. Antes de tomar las decisiones finales, por ejemplo, se pensó en desviar el tráfico a los barrios aledaños, pero eso habría implicado más molestias para los vecinos: “Habríamos colapsado otros sectores. Las decisiones las tomamos con un grupo de ingenieros. Sabemos que las intersecciones no se van a colapsar con la presencia de agentes”.
En cuanto a la congestión de Las Vegas, el alcalde respondió que la solución de fondo está en la construcción del intercambio vial entre Envigado y Sabaneta, sector Mayorca. Según el mandatario, están terminando los diseños de la obra para radicar el proyecto el primer semestre de 2022 ante el Área Metropolitana. “El taco entre los dos municipios nos está colapsando todas Las Vegas, por eso se hace tan urgente esta solución metropolitana”, precisó Espinosa.