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Franceses dan sus claves para proteger parques naturales

En un país con menos abundancia se trabaja con las comunidades en la protección de los ecosistemas. Lecciones de biodiversidad desde Urabá.

  • El parque El Zungo, por su riqueza en biodiversidad, es uno de los lugares para mostrar en Apartadó. Urabá es sede del Encuentro Internacional de Darién región diversa. FOTO Julio César Herrera
    El parque El Zungo, por su riqueza en biodiversidad, es uno de los lugares para mostrar en Apartadó. Urabá es sede del Encuentro Internacional de Darién región diversa. FOTO Julio César Herrera
21 de noviembre de 2014
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No como una imposición ni con un deseo sentar cátedra en el tema, sino más bien con la intención de compartir una experiencia propia, Francia se hizo presente en el Encuentro Internacional Urabá-Darién, que se realiza desde el miércoles y culmina hoy en Apartadó, donde la biodiversidad de la región, su agua y sus demás riquezas, son el foco de análisis.

De ese país llegó Gregoire Jean, experto ambiental y director de uno de los Parques Naturales Regionales de su país. Tienen 48 y los empezaron a crear y a proteger desde 1967.

Francia lo hizo por necesidad. Una cifra refleja el drama que vivía esta nación en el maltrato a sus riquezas naturales: “Hace cien años había en mi país 1.800 variedades de manzanas y hoy tenemos diez, si no protegemos la producción nos quedaremos sin esa herencia genética”, advierte Jean.

Las fórmulas de Francia son claras: cuando se declara un parque natural, antes se dialoga con las comunidades que habitan en los territorios. Pero también se define la necesidad de cuidar dos patrimonios: “El ambiental, los bosques, el agua, los suelos, su flora y su fauna; y el cultural, que son las actividades de los campesinos, su agricultura, incluso la minería, que allá es de piedra, y los proyectos de desarrollo que se ejecutan”, precisa el experto, que vino por primera vez a Colombia y lamentó no poder estar más días.

Hacer cumplir la legislación ambiental para él es clave, pero esto se logra más fácil cuando las decisiones son concertadas con las comunidades y no se atropellan sus intereses ni se amenaza su supervivencia. En Francia hay comités técnicos con ingenieros expertos en todas las temáticas incidentes en la protección de la biodiversidad y por eso hechos simples como construir una carretera se hacen con la garantía de no agredir el ecosistema.

Deja sabias enseñanzas

Para Manon Goutorbe, ejecutiva de la Agencia Francesa de Desarrollo, que apoya a Antioquia en varios de sus procesos en Urabá, el patrimonio de biodiversidad de la región es reconocido en el mundo y la tarea fundamental es que hay que cuidarlo.

“Este territorio tiene sus propios desafíos y se nota que hay amplio conocimiento de los problemas. Nuestro país fue invitado a exponer su ejemplo por la necesidad de una interacción y esperamos que dé un aporte valioso”, precisó Manon.

Jean, por ejemplo, se pregunta por qué las fincas bananeras extendieron sus plantaciones hasta el río en lugar de dejar un bosque de protección. También quedó con inquietudes frente al control que se hace de las aeronaves que fumigan el banano y sobre el tratamiento que reciben las aguas utilizadas en la producción.

Luz Ángela Peña, secretaria del Medio Ambiente de la Gobernación, comentó que hay que tener en cuenta la diferencia de estar en un país mediterráneo y uno en el trópico, “pero me parece que los parques con gente permiten formular propuestas consensuadas y reinventarse el tema de la protección”. Los franceses protegen los suelos para las mejores cepas que quedan, recalca.

En Urabá, en solo el plan de manejo de los humedales del Atrato se han detectado 90 especies de aves, 49 de mamíferos, 30 de reptiles y 7 de anfibios; y en los ecosistemas de manglares hay detectadas 61 especies de peces, 11 de crustáceos, 66 de aves, 27 de mamíferos y 38 de flora, según la coordinadora del Área de Flora, Fauna y Suelos de Corpourabá, Ana Lucía Vélez.

Es un inmenso potencial por proteger y que hay que armonizar con las cerca de 70.000 hectáreas dedicadas al banano, el plátano y el ganado, como lo reseñó el exministro del Medio Ambiente, Manuel Rodríguez Becerra.

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