Por las calles de Medellín circulan, en promedio, cerca de un millón 300 mil vehículos, según la Secretaría de Movilidad, y para regular ese tráfico hay 580 agentes de tránsito, es decir, uno por cada 2.241 vehículos.
Diariamente, según datos suministrados por esa misma entidad, entre 80 y 100 de estos funcionarios, conocidos en la ciudad como “azules”, deben atender entre 250 y 300 accidentes o colisiones de automotores.
No obstante, el panorama es mejor con respecto a Bogotá, donde según la Secretaría Distrital de Movilidad en 2016 hubo un agente de tránsito por cada 5.000 vehículos.
En Cali, donde hay alrededor de 540 para 671.000 automotores, la proporción sería de uno por cada 1.243 vehículos. En agosto del año pasado, el Tránsito estimó que en esta ciudad se necesitaba contar con al menos 800 agentes.
Nuevos trabajadores
Para agilizar la operatividad en la capital antioqueña y hacer más efectivos los controles llegaron 50 nuevos agentes de tránsito, según confirmó el secretario de Movilidad Humberto Iglesias.
“Estos nos van a dar una oportunidad importante en operatividad, control y regulación del tráfico. Los vamos a destinar al centro de la ciudad, donde se vienen ejecutando obras de infraestructura importantes (en el marco del plan de renovación del centro)”, apuntó Iglesias.
Siguen faltando
Los 50 nuevos azules, que llegaron a hacer parte de la cuadrilla de uniformados del Tránsito Medellín, no aliviarán el déficit que desde el año pasado la misma dependencia considera es de 2o0 agentes.
El exsecretario de Movilidad de Medellín, y hoy asesor del alcalde Federico Gutiérrez en el tema, Juan Esteban Martínez, explicó a este diario en julio de 2016 que “son pocos guardas disponibles porque, diariamente, unos están de compensatorio, en vacaciones, otros incapacitados”, lo que reduce la planta de efectivos.
Para Luis Carlos Díaz, exconcejal y experto en tránsito y movilidad, los 50 agentes de tránsito que llegan se perderán en la ciudad y no se sentirá el impacto en la solución de problemas de tráfico.
“Son pocos para lo que requiere Medellín, donde cada vez hay más carros y motos y pocas vías, pero lo que sí es importante es que sigan llegando agentes, porque la tecnología a través de cámaras no lo hace todo”, señaló.
Díaz añadió que el apoyo de la Policía en las labores de tránsito, con lo que —dijo—se quiere suplir la ausencia de azules, no funciona, pues ni siquiera existe un convenio para ese trabajo conjunto.
“La connotación del agente de tránsito es más de colaboración que de represión, y eso lo tiene que entender la gente para que no sucedan asonadas como la de días pasados en el centro. Aquí en vez de incrementar los guardas se ha reducido, y la ciudad requiere que esa planta sea mayor”, concluyó.