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Si los números sobre maltrato y abandono de animales siguen creciendo en Medellín, vamos a terminar el año con un incremento de entre 10 % y 15 %, respecto al año anterior.
Así lo aseguró a EL COLOMBIANO Juan Camilo Gómez, personero delegado para los Derechos Humanos de la Personería de Medellín, entidad que evidenció 239 casos de maltrato animal y 64 de abandono, en lo que va del año.
Cifras recogidas por la Inspección de Policía Ambiental, que reportó, en 2016, 391 denuncias por violencia y 94 animales dejados a su suerte.
Ante esta situación, la Personería, hizo un llamado a denunciar casos de agresión o abandono en la Inspección Ambiental de Medellín, en los teléfonos 493 97 72 y 493 97 73.
Algunos líderes animalistas resaltan que, en realidad, no se trata de un incremento en las denuncias, sino de una mayor visibilidad de los actos de violencia contra los animales.
Uno de los detonantes de la situación puede ser el miedo que, para algunos, producen las multas del nuevo código de Policía, que se contemplan en el caso de tener razas potencialmente peligrosas y no llevarlas con bozal y traílla, o en caso de un ataque a otra persona. Al parecer, esta es una de las razones que fomenta el abandono de estos animales.
La esperanza para que la situación cambie está en que existe la Ley 1774 de 2016, que establece penas privativas de la libertad para las personas que maltraten animales.
Es precisamente por esta razón que la comunidad ha empezado a denunciar en mayor medida cualquier tipo de abuso, pues sabe que cuenta con herramientas para ejercer control, según Marcela Díaz, de la Fundación Orca, entidad animalista de la ciudad.
“Las denuncias se incrementan por las medidas de control que se han tomado”, aseguró Marcela Díaz, en referencia a estas normas.
Juan Jiménez, miembro de la fundación Manejo Humanitario Fauna Callejera, dice que a la situación se suma la falta de educación de algunos ciudadanos, que no asumen a los animales como parte de la familia.
“Ellos son seres sintientes y, a veces, por falta de cultura, creemos que son un objeto más”, comentó.
Juan Guillermo Páramo, director de AnimaNaturalis, aseguró que “vemos con preocupación que han aumentado los casos y que la inspección ambiental tampoco tiene capacidad de respuesta. Y no porque no hagan su trabajo. Sí lo hacen, pero apenas son dos o tres personas que trabajan en horario de oficina y eso hace que la capacidad de respuesta sea débil”, dijo.