Resiliencia fue una palabra que se puso de moda en Medellín desde hace unos años.
Se trata de la capacidad de aprender de las lecciones del pasado, de cada una de las vulnerabilidades, según Santiago Uribe, jefe de la oficina de resiliencia de Medellín, en la administración pasada.
Y por ese trabajo adelantado especialmente para superar la etapa violenta que vivió en la década de los 90 del siglo pasado, fue seleccionada por la Fundación Rockefeller entre las 33 ciudades más resilientes del mundo.
Medellín cuenta con un diagnóstico y una estrategia de resiliencia. La ciudad y su equipo de trabajo definieron las áreas de enfoque que incluyen entre otros: violencia y conflicto; gestión del riesgo, educación, gestión de la información y movilidad sostenible.
Pero, el reto con la nueva administración es determinar cuáles son las prioridades definidas por el alcalde Federico Gutiérrez y, en ese sentido, definir las líneas de trabajo para poder brindarle a la ciudad opciones y alternativas para la resolución de sus problemas.
Con Uribe, contactado vía telefónica por EL COLOMBIANO, en Porto Alegre, Brasil, donde participa en el Foro Mundial Social, dialogamos sobre los logros y proyectos para superar los problemas que enfrenta Medellín.
¿Qué destaca del trabajo del proyecto de resiliencia de Medellín?
“Inicialmente, se constituyó el comité directivo y de resiliencia y después se proyecta realizar un ejercicio de evaluación de la capacidad de resiliencia de la ciudad. Este comité estuvo presidido hasta el 31 de diciembre por el vicealcalde de Seguridad de la administración Gaviria, Luis Fernando Suárez”.
¿Qué características tenía?
“Era mixto y tenía integrantes del sector público y privado. Entre otros, Rafael Aubad, presidente de Proantioquia, el gerente de EPM, en su momento, Juan Esteban Calle y como asesora Beatriz Restrepo, exsecretaria de Educación, entre otros”.
¿Qué trabajos realizaron?
“Hicimos un diagnóstico en el que retomamos elementos de los trabajos elaborados en la Consejería Presidencial para Medellín, en la época de María Emma Mejía. Además, tuvimos en cuenta el plan estratégico de Medellín y el Área Metropolitana 1995-2015 y los posteriores planes de desarrolllo, entre otros aspectos. Entendimos que Medellín tiene una línea de trabajo que busca superar la inequidad, el acceso a la educación y generar oportunidades para los ciudadanos y especialmente los jóvenes. Igualmente definimos unas áreas de enfoque”.
Y cuáles son esas áreas?
“Violencia y conflicto, crimen e inseguridad y gestión del riesgo. Vivimos ciudades que han crecido de una manera informal, sin planeación adecuada, en ese caso somos muy parecidos a las ciudades de Porto Alegre y Sao Pablo, Brasil y ciudad de México. También, el área de educación es una prioridad, al igual que gestión de la información y, movilidad sostenible, entre otros. Son áreas que como comité directivo se definieron para que Medellín tuviera un mayor énfasis en la comunidad”.
Se hicieron algunos estudios?
“La Secretaría de la Juventud en los últimos años hizo un análisis de cuántos sistemas de información y bases de datos tiene la ciudad. La conclusión fue que son más de 288 y no están articulados. Y porque no dialogan entre sí, muchas veces no tenemos respuestas integrales”.
Qué otros logros se pueden destacar ?
“Con las áreas seleccionadas se busca que los temas que priorice la nueva administración tengan un mayor impacto en el alcance de las metas. Y una menor vulnerabilidad de la ciudad y sus habitantes. Se creó Sapiencia, Agencia de Educación Superior, un proyecto piloto. Se identificaron socios de la red de 100 ciudades resilientes, que trabajen la educación con el mismo enfoque. Asimismo, se cuenta con oportunidad de tener intercambios con expertos de otros países y poder replicarlas en la ciudad.
¿Medellín está en la red que usted menciona?
“La ciudad forma parte de la red de 100 ciudades resilientes. El propósito es compartir las mejores prácticas de sus miembros. Conocer cómo otras ciudades han enfrentado tal vez situaciones similares y tienen buenas prácticas. Medellín es referencia por su trabajo que permitió reducir la violencia. Nosotros tenemos un asesor internacional en temas de violencia y conflicto, Roelf Meyer. Fue ministro de defensa de Sudáfrica. Visitó Medellín en tres oportunidades y compartió sus apreciaciones sobre el posconflicto y el proceso de paz en el país. A través de su apoyo conseguimos los primeros recursos para un intercambio que permitió que seis personas del comité directivo de resiliencia de Medellín viajaran a Sudáfrica, África, para conocer más de cerca los procesos de transformación vividos allí”.
¿Cuáles son los beneficios?
“Tener acceso a bases de datos y laboratorio de buenas prácticas entre ciudades. Por ejemplo: quién sabe mejor de terremotos que San Francisco? La ciudad nos compartió toda la documentación relacionada con el tema de terremotos, gestión del riesgo de la ciudad, por mencionar un caso.
En qué se concretó la inversión anunciada por parte de la Fundación Rockefeller.
“Las ciudades pueden gestionar recursos con la fundación. Medellín no los ha gestionado pero tiene proyectado hacerlo. De la Fundación hacen parte muchos socios y se pretende invertir en proyectos pilotos que presenten las respectivas ciudades. Por ahora, Medellín no ha presentado iniciativas en ese sentido. Lo que queremos con la nueva administración es definir cuáles son las líneas de enfoque que priorice el alcalde Federico Gutiérrez, para que los procesos de gestión del conocimiento y recursos sean fortalecidos por la red. Que las líneas tengan un mejor desempeño y puedan alcanzarse las metas”.
¿Hay algunas opciones de acceder a recursos?
“Podría constituirse una microrred para fortalecer esas buenas prácticas y desarrollar los proyectos. Esta se formaría con las ciudades que coincidan con el enfoque que prioricen con el alcalde Federico Gutiérrez. En las ciudades a veces, nos hacemos las mismas preguntas. La idea es cumplir el objetivo mayor: fortalecer la capacidad de resiliencia”.
¿Hay proyectadas reuniones con el nuevo alcalde?
“Posiblemente nos reuniremos la próxima semana para socializar los temas de trabajo”
¿Cuál es el reto para la oficina en esta nueva etapa?
“Encontrar esos temas estratégicos y darle continuidad a ese análisis que por muchas décadas la ciudad ha identificado de una manera inteligente como: violencia y conflicto, educación, generación de empleo, planeación estratégica y allí encontrar esas buenas prácticas para poder brindarle a la ciudad opciones innovadoras para la resolución de sus problemas, siempre con la participación de la comunidad”.
¿Está claro si usted continúa o no en el cargo?
“En el acuerdo con la fundación Rockefeller está estipulado que el director de resiliencia es por dos años para que haya continuidad. Yo ya llevo un año en el cargo, debo cumplir el segundo año. Sin embargo, estoy atento a las decisiones del alcalde Gutiérrez. Yo respeto al nuevo alcalde y estoy atento a las conclusiones de la reunión que tendremos. En el empalme le entregamos la información a los funcionarios de la nueva administración y por ello el Alcalde que fue invitado al Foro Económico Mundial que se realiza en Davos Suiza, habla de esos temas allí y tiene la resiliencia como un tema estratégico en su plan de desarrollo. De nada sirve que yo sea el director si no hay empatía con el mandatario municipal”.
